LOS OTROS REFERÉNDUMS

Carmena abre camino con muchas consultas pero escasa participación

En los primeros referéndums de Madrid votó el 7,8% del censo y en los últims sobre la reforma de 11 plazas, el 1,7%

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Manuel Vilaseró

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La mala experiencia de Barcelona con los referéndums (el de la Diagonal se llevó por delante un teniente de alcalde y socavó el mandato de Jordi Hereu) parece haber convertido el municipio en el menos proclive a este tipo de experiencias. Por lo menos hasta ahora. Sevilla se adelantó a todos con una votación sobre la ampliación de los días de la Feria de Abril (ganó el sí, claro) y luego le han seguido Zaragoza, Valencia, A Coruña, Cádiz y otros muchos, aunque Madrid está a la cabeza en número de votaciones. Y también de polémicas y decisiones controvertidas.

Pablo Soto Bravo (1979), el delegado de Participación del ayuntamiento encabezado por Manuela Carmena, es un virtuoso de la programación informática. Con poco más de 20 años diseñó un software P2P utilizado por millones de personas en todo el mundo para piratear música y películas. Tras apuntarse al 15-M se convirtió en un apóstol de la participación ciudadana, hasta el punto de que su programa informático ‘Decide Madrid’ ha sido adoptado por otros muchos municipios de España.

'Decide Madrid'

Su proyecto estrella consiste en poner cada año a votación de toda la ciudad propuestas de los ciudadanos que consigan un porcentaje determinado de firmas. La experiencia ha sufrido el mismo problema que las consultas convocadas en otras ciudades: la baja partipación.

Antes de la convocatoria ya se tuvo que rebajar del 2% al 1% el umbral de firmas exigidas para que una propuesta se vote porque ninguna iba a alcanzarlo. Finalmente, solo dos propuestas superaron el 1%: crear un billete transporte único metropolitano y hacer un Madrid 100% sostenible. En la votación, celebrada el pasado febrero, participó solo un 7,8% del censo (212.108 personas), pese a que también se añadieron otras cuestiones, como la ampliación de la aceras de la Gran Vía o la reforma urbanística de la plaza de España. El pasado octubre se votó la reforma de 11 plazas, con una participación aún más baja: el 1,7% del censo. 

Falta de costumbre

El equipo de Carmena calificó de “éxito rotundo” la convocatoria. Soto recordó la falta de costumbre en este tipo de procesos. “Nos gustaría que la participación fuera más alta, pero estamos pasando de un gobierno que lo decide todo sin consultar a otro en el que la ciudadanía participa constantemente”. En el modelo suizo en el que se inspira Madrid la participación no pasa del 15%, recordó.

Los resultados prácticos han sido desiguales. Pese a que el billete único de transporte recogió un 94% de síes, la medida no se ha aplicado porque ahí quien manda es la Comunidad. Aunque el resultado más polémico fue del cambio de nombre del Parque Felipe VI por el de Parque Forestal de Valdevebas, con la participación de solo el 2% de los llamados a votar. Hasta Carmena mostró su disgusto por el rebautizo, pero sin éxito.