Los movimientos tectónicos hicieron aparecer y desaparecer especies marinas

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El movimiento de las placas tectónicas a lo largo de la historia ha influido en la aparición y desaparición de nuevas especies marinas, según una investigación hecha por científicos del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona.

El estudio, dirigido por los científicos del ICM-CSIC Pedro Cermeño y Oscar Paz, que publica la revista 'Scientific Reports', demuestra que la diversificación de especies pudo ralentizarse no sólo por la escasez de alimentos, sino como consecuencia del continuo reciclaje de la corteza oceánica.

Cermeño ha explicado que el registro fósil de invertebrados marinos ayuda a comprender cómo la diversidad de la vida animal ha evolucionado durante los últimos 500 millones de años de la historia de la Tierra.

La importancia ecológica de los invertebrados marinos comienza con la explosión del Cámbrico, un evento relativamente corto hace unos 541 millones de años, que dio lugar a la aparición de la mayor parte de los patrones corporales de invertebrados marinos.

El rápido crecimiento de la diversidad animal del Cámbrico finalizó en el Ordovícico, unos 70-80 millones de años después.

Los científicos siempre han pensado que, a medida que los océanos se fueron poblando de especies nuevas, fueron factores limitantes como el espacio o la competencia por el alimento lo que detuvo la diversificación de especies.

Según Cermeño, "el tamaño inmutable de la Tierra implica que el fondo del mar se debe destruir casi al mismo ritmo que se crea, por lo que la corteza oceánica rara vez tiene más de 200 millones de años de antigüedad".

El científico pone como ejemplo que si se imagina la corteza terrestre como un puzzle, en el que las piezas son las placas tectónicas, y teniendo en cuenta que el tamaño del planeta no cambia, se entiende que cuando un trozo de una placa se hunde bajo otra placa (subducción) y desaparece de la superficie terrestre, por algún otro lado aparecerá otro trozo.

Así, la desaparición de un trozo de placa tectónica en el fondo del mar implica destrucción de lecho marino, destrucción de hábitat.

"Teníamos interés por comprobar si el continuo reciclaje de la corteza oceánica y la consiguiente destrucción del fondo marino podrían haber tenido algún efecto sobre la diversificación de los invertebrados marinos", ha dicho Cermeño.

Lo que han hecho los científicos ha sido corregir las curvas de diversidad tradicionales para cambios en la disponibilidad de alimento a lo largo del tiempo y comparar las estimaciones resultantes de diversidad con la edad media del lecho marino en el mismo intervalo.

"El resultado que obtuvimos fue una sorprendente relación causa-efecto entre la edad del lecho marino y la diversidad. Los niveles de diversidad respondían de forma consistente a los cambios en la velocidad de los movimientos de las placas", ha resumido Cermeño.

Según la investigación, en los últimos 200 millones de años la desaceleración de las placas tectónicas coincide con un aumento en la biodiversidad.