El drama de la inmigración

España recibe el doble de pateras que en el 2016

Inmigrantes rescatados en el Estrecho de Gibraltar.

Inmigrantes rescatados en el Estrecho de Gibraltar. / periodico

Julia Camacho

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los últimos informes de organizaciones internacionales sobre migración lo dejan claro. Las cifras generales de inmigrantes que llegan a Europa siguen bajando. A mitad de noviembre, la OIM, la agencia de Naciones Unidas para migraciones, contabilizaba 158.935 migrantes y refugiados llegados a Europa por mar, frente a los 343.158 registrados en el mismo periodo del 2016. Unos datos que se invierten en España, donde se registraron entre 15.000 y 20.000 de esas llegadas, según la fuente. Una cifra que, como reconoce Interior, duplica la del año pasado y que, como denuncian las oenegés, dejan en evidencia la falta de infraestructuras y de estrategias para atenderles.

A las costas españolas no llegaban tantos inmigrantes desde la crisis de los cayucos del 2006

Si la tendencia general es a la baja, ¿por qué aumentan las llegadas a España? En el 2006, cuando la 'crisis de los cayucos' superó los 39.000 inmigrantes rescatados, se inició una tendencia a la baja que culminó en el 2013, con apenas 3.237 migrantes. En pleno repunte de pateras este verano, con las mayores cifras desde el pico del 2006, la OIM aventuraba las causas: "Suponemos que esa vía se considera una ruta segura hasta la costa a través de Marruecos". Los 14 kilómetros del Estrecho de Gibraltar se antojan una distancia tan corta que hay quien se lanza a cruzarla en moto acuática o en tabla de surfmoto acuáticatabla de surf. Y los instrumentos que debían ser disuasorios se convierten en una ventaja a aprovechar: las embarcaciones son detectadas antes por los sistemas de vigilancia que blindan la costa, por lo que el riesgo de permanecer a la deriva, y volcar, se reduce en el Mar de Alborán en comparación con el resto del Mediterráneo.

En el 2016, con miles de refugiados sirios deambulando por los caminos centroeuropeos y los países jugando al despiste para no acogerlos, la UE cortó de raíz. Todo inmigrante regular llegado a Grecia sería expulsado a Turquía, lo que frenó las entradas por esa vía. También alcanzó acuerdos con Libia para reducir la llegada a Italia, dificultando aún más las salidas desde aquel país, que se ha convertido así en un auténtico "infierno" para los inmigrantes. Así, se ven empujados a Marruecos Argelia, cuya vía marítima más fácil es hacia España. Desde Andalucía Acoge ya advirtieron tras esos acuerdos que era previsible el aumento de llegadas a nuestro territorio, porque "se trata de un problema estructural, no puntual, y los inmigrantes van a seguir huyendo de sus países".

A lo expuesto, se une la crisis del Rif. La policía marroquí ha centrado su atención en las revueltas internas y ha aumentado así las opciones de quienes esperan en los montes para cruzar a España, incluidos muchos marroquís, que junto con los argelinos y los oriundos de Costa de Marfil son ya mayoría entre quienes desembarcan en las costas españolas, según el Frontex.

"La realidad demuestra que es más potente el efecto salida, por la situación que se encuentran en sus países de origen, que las trabas que encuentran por el camino", subraya Carlos Arce, jurista y experto en migraciones de la Asociación Proderechos Humanos de Andalucía.