Escojamos la infancia

Hoy, Día Universal de la Infancia y a casi un mes de las elecciones en Catalunya, es más necesario que nunca recordar a los partidos políticos catalanes que los niños y niñas deben ser una prioridad en sus programas electorales.

Tienen que serlo porque los niños son el colectivo más vulnerable a la pobreza y a la violencia, y por eso todos los actores sociales y políticos tienen la obligación de garantizar sus derechos. En ocasiones, por el hecho circunstancial de ser menores de edad y, por lo tanto, ciudadanos sin derecho a voto, los niños son olvidados en las campañas electorales. No obstante, su situación de especial vulnerabilidad hace imprescindible que sus intereses y necesidades sean puestos en valor. 

España ratificó en 1990 la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado vinculante que subraya que los niños tienen los mismos derechos que los adultos y que, precisamente por el hecho de ser menores de edad, requieren de  protección especial. Además, en Catalunya existe desde 2010 la Ley de Infancia (LDOIA), pero a pesar de estos magníficos instrumentos, la garantía de los derechos de la infancia sigue siendo muy mejorable por dos motivos: la falta de inversión y la falta de despliegue de las normas que recoge esta ley. Para que los derechos de los niños sean una realidad, las normas tienen que concretizarse en medidas. Si no es así, quedan desprotegidos.

Por ejemplo, para protegerlos de la violencia es necesario invertir en prevención, pero también hace falta crear urgentemente los recursos de atención especializada previstos en la LDOIA y que los niños llevan siete años esperando. Desde Save the Children creemos que estos recursos deberían tomar como modelo la Casa de Niños de Suecia (Barnahus), un único espacio que pone el niño en el centro y donde se coordinan todos los servicios dónde va a tener que pasar un menor que ha sufrido violencia, juzgados y sistemas de protección, para darle una atención integral. Unos recursos que deben ser especializados, universales y públicos y deben garantizar un acceso equitativo a todos los niños y niñas.

Menores no acompañados

Otro ejemplo donde deben poner su enfoque los partidos es en la situación que viven actualmente los menores extranjeros no acompañados. En 2016, llegaron a Catalunya 684 niños solos, una cifra que va al alza: hasta septiembre de este año ya han llegado 914. Por eso, no solo hacen falta más centros de acogida adaptados a las necesidades de estos adolescentes, sino que, además, creemos que es necesario crear la figura del guardia-asesor individual, una persona que les acompañe desde su llegada hasta su emancipación y que se asegure que sus derechos se cumplen. 

En cuanto a pobreza infantil, es verdad que la Renta Garantizada de Ciudadanía que se puso en marcha en septiembre supone un gran avance, pero hacen falta más esfuerzos. Todavía hoy en Catalunya hay más de 200.000 niños que viven en situación de pobreza severa. Una realidad que ha empeorado en los últimos años ya que no sólo ha incrementado el número de menores pobres, sino que los que lo son, aún lo son más que antes. Por eso es necesario invertir más y mejor en infancia. El PIB que Catalunya destina a la protección social de la infancia (0,8%) está aún muy lejos de la media europea (2,4 %). 

Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children, decía que cada generación de niños ofrece a la humanidad la posibilidad de reconstruir el mundo. Hoy nos hacemos nuestras sus palabras para que hagamos de estas elecciones una oportunidad para construir una Catalunya mejor para los niños.