Sobrevivir con 54 dólares al mes, el drama de los pensionistas ucranianos

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Khrystyna Kinson

Los pensionistas ucranianos se enfrentan cada día al reto de sobrevivir con una pensión mínima de 54 dólares mensuales, una de las más bajas de Europa, cuantía que roza el umbral de la pobreza y no se adecúa al coste de vida en el país.

"Desde que me jubilé hace veinte años mi pensión no ha superado los 100 dólares. Esta cantidad no es suficiente para comprar alimentos, cubrir los gastos médicos y de vivienda (...), lo necesario para vivir con dignidad", explicó a Efe Zinaida Dimitrivna, de 80 años.

Tras la reforma del sistema de pensiones en Ucrania, que entró en vigor este mes de octubre, la paga mínima por jubilación aumentó un 11 %, pero aún está lejos de cubrir los gastos necesarios para poder subsistir sin trabajar.

Dimitrivna, que ha trabajado y cotizado en Ucrania durante 45 años, explicó que los bajos sueldos y el sistema actual de pensiones no ofrecen incentivos para pagar impuestos, lo que contribuye a engrosar el considerable tamaño de la economía sumergida en Ucrania, que representa el 34 % del Producto Interior Bruto (PIB).

En la bulliciosa capital ucraniana es común ver mercadillos improvisados en las calles y pasos subterráneos abarrotados de vendedores ambulantes, la mayor parte de ellos de avanzada edad, los cuales ven en la venta callejera la única forma viable de aumentar su nivel de ingresos y vivir con ciertas garantías.

Algunas de las alternativas pasan por producir sus propios alimentos en pequeñas huertas o viajar desde los pueblos de las afueras cada día para vender su mercancía en la capital.

Paradójicamente, y pese a que la mayoría de los pensionistas reciben de media un monto inferior a 90 dólares al mes, Ucrania gasta mucho más en pensiones públicas que sus vecinos europeos, ya que destina al pago de esta partida un 12 % de su PIB.

La última reforma de las pensiones, que aumentó además el número de años de cotización requeridos para jubilarse, se llevó a cabo, entre otras cosas, por presiones del Fondo Monetario Internacional al Gobierno para que redujera el gasto público como condición indispensable de su programa de asistencia financiera a Ucrania.

El número de pensionistas en Ucrania prácticamente ha alcanzado la paridad con el número de trabajadores en activo, y la alta evasión de impuestos y la baja edad de jubilación -60 años para hombres y 58 para mujeres- también contribuyen a la insostenibilidad del sistema y derivan en graves problemas sociales.

"Debido a la inflación, los ucranianos pagamos tanto por la cesta de la compra como muchos otros europeos, pero con salarios más bajos", añadió Tatyana Borisovna, exprofesora y pedagoga que recibe una pensión de 63 dólares mensuales.

"Vivo en una constante incertidumbre, preocupada por cómo voy a salir adelante mañana y esto me limita mucho en mi día a día", dijo a Efe.

Según la ONU, más del 60 % de la población ucraniana vive bajo el umbral de la pobreza, situación que se ha recrudecido debido al conflicto en el este de Ucrania, que lastró la economía del país y causó más de 1,7 millones de desplazados internos.

Uno de los afectados por esta guerra es Iván, de 63 años y originario de la ciudad de Donetsk, quien explica que se vio obligado a huir a Kiev desde esa ciudad después de que su casa quedara totalmente destruida por la artillería de los combates entre las milicias prorrusas y el Ejército ucraniano.