CRUZADA CONTRA LA CONTAMINACIÓN

Barcelona asume el reto de las cero emisiones en el 2030

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Eva Cantón

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Las grandes ciudades son conscientes de su protagonismo en la lucha contra el cambio climático, una batalla urgente que exige medidas concretas. Sin esperar a que se apliquen los grandes acuerdos internacionales, como el firmado en París en el 2015 -ahora debilitado por la retirada de Estados Unidos-, 12 grandes metrópolis han suscrito este lunes en la capital francesa el compromiso de liberar sus calles de energías fósiles en el horizonte del 2030. Barcelona es una de ellas y su alcaldesa, Ada Colau, ha destacado la obligación de impulsar una “respuesta inmediata” frente a la contaminación que “amenaza” la vida y la salud de los ciudadanos.

Entre los objetivos de la declaración de París figura, igualmente, la compra de autobuses limpios a partir del 2025 y lograr que buena parte de las ciudades se conviertan en zonas de cero emisiones en el 2030.  La hoja de ruta para lograrlo contempla diseñar políticas de urbanismo que tengan en cuenta a los ciudadanos, aumentar las zonas peatonales, los carriles bicis o fomentar el transporte público y compartido.

"No podemos esperar"

Asimismo, se quiere reducir el número de coches más contaminantes, iniciando una transición para retirar los que usan combustibles fósiles, y se colaborará con proveedores, operadores y empresas para acelerar la transición hacia el uso de vehículos limpios. Los progresos en el cumplimiento de estos objetivos se publicarán cada dos años. “Mientras los Estados asumen grandes compromisos que tardan mucho en llevarse a la práctica, si es que lo logran, las ciudades no podemos esperar”, ha subrayado Colau.

En las grandes ciudades, un tercio de las emisiones responsables del calentamiento climático proceden de los transportes. El tráfico rodado es por tanto la fuente principal de la polución del aire y genera un cuarto de las partículas finas a nivel mundial. El fenómeno de la congestión vial crece al mismo ritmo al que lo hacen las urbes y un estudio realizado en Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido muestra que los atascos conllevan un coste económico cercano al 1% del PIB.

“Eso frena nuestra economía por la pérdida de tiempo y de productividad, daña nuestra salud y degrada el medio ambiente y la calidad del aire”, señalan los firmantes de la declaración de París. Los últimos datos sobre las consecuencias de la contaminación en la salud señalan que se producen al año 4,5 millones de muertes prematuras y aumenta la incidencia de enfermedades como el asma, sobre todo en la población infantil.

Vetar el diesel

Para hacer frente a estos retos, el Ayuntamiento de Barcelona se ha propuesto triplicar el espacio del carril bici, aumentar los espacios verdes (un metro cuadrado por cada ciudadano), reducir el uso del coche privado y recuperar espacios libres de tráfico con la iniciativa de las supermanzanasParís, que libra una verdadera cruzada contra la contaminación del transporte, se ha propuesto impedir la circulación de vehículos con motores diesel en el 2024 siguiendo la pauta marcada a nivel nacional por el ministerio francés de Ecología.

Londres y Milán van todavía más lejos y han creado un peaje urbano para descongestionar el centro de la ciudad. La capital británica ha decidido incluso aplicar una tasa a partir de este lunes a todos los coches que no respeten la norma de emisiones permitidas, tanto los de motor diesel como gasolina.

Colau ha recordado que el próximo 1 de diciembre entra en vigor el veto a la circulación de los vehículos más contaminantes cuando se produzcan picos de polución, una prohibición que se generalizará a partir del 2020. “Se trata de hacer un calendario realista pero, a corto plazo, tienen que ir desapareciendo de nuestras ciudades. Si no, será imposible respirar de forma saludable”, ha dicho.

Objetivos ambiciosos

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anfitriona del encuentro que ha reunido durante dos días en la capital francesa a alcaldes y representantes empresariales de la red C40 contra el cambio climático, ha subrayado ante la prensa la “ambición” de los objetivos para lograr que las ciudades sean “más verdes, más sanas y más prósperas”. Y ha agradecido especialmente la presencia de Colau en París en un momento “complicado” para Catalunya.

Junto a Hidalgo y Colau, sellaron el compromiso los alcaldes de Londres, Copenhague, Vancouver, Milán, Quito, Auckland, Ciudad del Cabo, Seattle, México y Los Ángeles, cuyo alcalde, Eric Garcetti, ha resaltado la movilización de las ciudades norteamericanas tras el rechazo del presidente Donald Trump al acuerdo de París. “Hoy, más de 382 ciudades gobernadas por demócratas o republicanos han dicho que aplicarán el acuerdo del clima de París. Eso representa una población de 77 millones de norteamericanos”.