"Quise ayudar a las mujeres tras ver sufrir a mi madre"

Acompaña a mujeres con cáncer en algo que casi conforta tanto como un buen resultado médico: poder sonreírle al espejo.

Silvia Foz. Acompaña a mujeres que sufren cáncer.

Silvia Foz. Acompaña a mujeres que sufren cáncer.

POR
Carme
Escales

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Siete años, una edad demasiado corta, seguramente, para comprender la enfermedad de una madre. Pero sí, fue suficiente ya para que Silvia Foz (Sabadell, 1978) sintiera el impacto emocional que causan los cambios que en un rostro van dejando quimioterapia y radioterapia. Hasta tres veces vio cómo el cáncer borraba cejas, pestañas, cabellos, y parte de sus senos a la persona que la había traído al mundo. En paralelo a su lucha contra células malignas -que se la llevaron a los 52 años-, aquella madre también combatió por reconocerse en el espejo. Hoy su hija ayuda a otras mujeres a conseguirlo.

-¿Qué peso tenía en su madre el aspecto?

-Ella era presumida a su manera. Pero durante los procesos de su enfermedad y recaídas, primaba más el hecho de que la gente no la señalase, porque no quería que nadie sintiese lástima por ella. Yo veía en ella el sufrimiento por todos los cambios estéticos.

-Pero maquillaje y ropa no bastan para levantar el ánimo en una enfermedad grave.

-No, sin la actitud. La actitud es primordial. Sabes cómo te sientes, pero saber cómo te quieres sentir y querer mostrarte de ese modo es un camino de recuperación. Eso en cualquier enfermedad o momento bajo. Recuperas la autoestima haciendo aflorar el bienestar interior, pero también al revés.

-Como sonreírle al día más duro.

-Si estás bien por dentro, lo exteriorizas, y viceversa, verte bien por fuera refuerza también tu interior. Por eso tienen tanto valor en la recuperación de la autoestima durante un proceso de cáncer el maquillaje, la peluca, el pañuelo, así como el optimismo, el positivismo en tu interior. Si eso es así siempre, también en una enfermedad.

Mujeres bellas y valientes', así presenta en su web www.oncoimagen.com a quienes ha enseñado a recuperar en el espejo la propia imagen, ¿cómo lo hace?

-Con sencillos, fáciles y muy básicos pasos, técnicas de automaquillaje para compensar lo que pueda haber quedado desdibujado. Les aconsejo sobre la mejor opción de peluca para cada caso, o sobre el tejido o textura idóneos de un pañuelo, si lo prefieren. Pero también entran en juego las sesiones técnicas de motivación y coaching para trabajar esa actitud que nos ayuda a restar preocupación.

-¿Se hizo asesora de imagen -www.silviafoz.com- a raíz de esa experiencia tan íntima con el cáncer de su madre?

-Sí. Yo estaba en el mundo del análisis y control en la industria química. Había hecho un ciclo formativo en ello y llevaba  siete años trabajando en un laboratorio. A raíz de la enfermedad de mi madre, hice algún curso de maquillaje porque quería ayudarla. Y cuando falleció, yo tenía entonces 26 años, decidí que no quería trabajar más en lo que en realidad no me gustaba. Quise ayudar a las mujeres tras ver sufrir a mi madre.

-¿Cómo se preparó para hacerlo?

-Hice un ciclo formativo de asesoría de imagen personal, y me he especializado en mujeres y los cambios que el cáncer ocasiona, muchos de ellos perduran un tiempo más allá del cáncer. Yo ayudo a recuperar el aspecto con el que sentirse a gusto y reconocerse. Recuerdo una chica que me escribió pidiéndome que la ayudara a recuperar el swing. Se refería a esa chispa propia que no veía en el espejo. Todas las personas la tenemos, es lo que nos hace particulares, nuestra esencia. No la recuperas vistiéndote con la última tendencia, sino mostrando lo mejor de ti, de dentro hacia fuera.

-Hoy es el Día Mundial del Cáncer de Mama, ¿le teme usted al cáncer?

-Soy portadora de una mutación genética (BRCA2), la misma de Angelina Jolie, aunque ella en grado 1. Paso controles cada seis meses. Es mejor saber. Mi proyecto profesional conecta a las mujeres, y me conecta a mí también, con la vida.