Ministros Medio Ambiente UE afinan políticas para cumplir el Acuerdo de París

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Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) alcanzaron hoy un consenso sobre dos nuevas herramientas jurídicas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París contra el cambio climático.

Los dos acuerdos se negociarán ahora con el Parlamento y con la Comisión Europea (CE) en los llamados "trílogos" (Consejo, Parlamento y Comisión), mismo punto en el que se encuentra ya el apartado sobre el sistema de intercambio de emisiones ETS, otra de las patas legislativas de la UE para cumplir con sus compromisos de París.

Una vez se aprueben definitivamente esos tres instrumentos legislativos, la UE se convertirá en la primera signataria del Acuerdo de París en dotarse de una legislación específica para limitar el alza de las temperaturas a final de siglo en menos de 2 grados centígrados respecto a los valores preindustriales.

"París fue solamente una hoja de ruta que se marcaron los Estados. Ahora entramos en la parte difícil", había declarado al llegar a la cita el ministro francés de Medio Ambiente, Nicolas Hulot.

La primera "posición común" adoptada en el Consejo, celebrado en Luxemburgo, se refiere a la legislación relativa a la llamada "esfuerzo compartido" sobre los objetivos anuales para cada Estado miembro durante el período 2021-2030 en sectores como el inmobiliario, la agricultura o la gestión de residuos.

Incluye también el transporte, pero no el aéreo ni el marítimo, que responden a otros acuerdos, y a la industria que no entre dentro del sistema de comercio de emisiones conocido como ETS.

Los Estados miembros respetaron los principales puntos de la propuesta inicial de la Comisión Europea, que asigna a España una reducción de emisiones de efecto invernadero del 26 % en 2030 respecto a 2005.

Además, consensuaron incorporar una "reserva de seguridad" de 115 millones de toneladas de CO2 que podría utilizarse, con condiciones, a partir de 2032 y sólo por parte de aquellos Estados que hubieran cumplido sus compromisos anteriores.

La organización ecologista Red de Acción Climática (CAN) criticó que el acuerdo final haya "diluido" el objetivo hasta convertirlo "casi en un sinsentido".

"La nueva ley según lo acordado por los ministros no proporcionaría una restricción seria a la contaminación de carbono del transporte, la agricultura, los residuos y los edificios. Por lo tanto, tendría un impacto extremadamente limitado en el clima".

El segundo punto abordado por los ministros europeos de Medio Ambiente se refiere a las denominadas actividades "Lulucf", vinculadas a usos del suelo como forestación, reforestación y deforestación, gestión de tierras agrícolas y de pastizales, entre otras.

Finlandia, un país con una poderosa industria forestal, lideraba la oposición a abrir la puerta a que se le exigiera una compensación en caso de elevar sus volúmenes de tala.

Finalmente, y tras una doble ronda de debate ante la falta de acuerdo, los Estados miembros llegaron a un consenso, pese a la oposición de Croacia y Polonia.

Este pasa por garantizar que cada Estado miembro mantenga un equilibrio entre sus emisiones totales del sector forestal y la cantidad de absorción del CO2 generado, por ejemplo mediante nuevas plantaciones.

También por determinar los niveles de referencia forestal según el periodo histórico 2000-2009, frente al 1990-2009 que proponía la CE.

Ahora Consejo, Parlamento y Comisión Europea comenzarán a negociar a tres bandas a partir del 19 de octubre.

La próxima gran cita medioambiental global, la COP23, será organizada por Fiji entre los próximos 6 y 17 de noviembre, pero se celebrará en la localidad alemana de Bonn por razones logísticas.

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