La justicia australiana cerca al cardenal Pell por pederastia

El cardenal George Pell, jefe de las finanzas del Vaticanocardenal George Pell, comparecerá ante un tribunal australiano en marzo que determinará si existen pruebas para juzgarlo por presunta pederastia.

El cardenal australiano compareció este viernes por segunda vez desde que se le acusó de delitos de abusos sexuales a menores, durante unos minutos ante el Tribunal de Magistrados de la sureña ciudad de Melbourne, donde ingresó escoltado por la Policía.

Una fuente del tribunal consultada por Efe confirmó que durante la vista se decidió que las diligencias de procesamiento contra el prelado, de 76 años, comenzarán el 5 de marzo y durarán unas cuatro semanas, sin aportar más detalles.

En "excedencia"

Se prevé que unas 50 personas testifiquen durante el proceso, apunta la cadena local ABC.

El abogado de Pell, Robert Richter, dijo que la defensa quiere "demostrar que lo que se presume es imposible", según comentó en la vista que duró unos 20 minutos y abordó principalmente asuntos administrativos.

La magistrada Belinda Wallington rechazó la petición de Richter para interrogar a cinco testigos, pero aprobó el resto ante un juicio en el que la acusación asegura que la evidencia es "voluminosa", reporta el canal australiano.

Hasta la fecha se desconocen los detalles sobre el número de casos en los que ha sido implicado Pell, aunque se cree que los supuestos delitos ocurrieron cuando él oficiaba como sacerdote en la ciudad de Ballarat (1976-80) y era arzobispo de Melbourne (1996-2001), ambas en el estado australiano de Victoria.

Pell, a quien el papa Francisco autorizó un "periodo de excedencia"  "periodo de excedencia"del cargo de prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano para afrontar el juicio en Australia, ha asegurado tajantemente en varias oportunidades que es inocente.

Acusado formalmente

La Policía de Victoria acusó formalmente a Pell a finales de junio y poco después el religioso viajó desde Roma a Australia para defenderse ante el Tribunal de Magistrados de Melbourne, donde compareció por primera vez a finales de julio.

No es la primera vez que el jerarca religioso es acusado de abusos sexuales, ya que en el 2002, cuando era arzobispo de Sídney, un hombre dijo que había abusado sexualmente de él en 1961 cuando tenía 12 años y Pell estaba formándose para ser sacerdote.

Las investigaciones le exoneraron

El prelado dio en febrero del 2016 su testimonio por videoconferencia ante una comisión gubernamental australiana que investiga los abusos sexuales a menores en el seno de organizaciones e instituciones públicas, religiosas y sociales.

Las novedades del caso del cardenal Pell han coincidido con una manifestaciones del Papa, que ha reconocido que la Iglesia católica no hizo lo suficiente en los últimos años para proteger a los menores de los abusos y por esa razón ahora "debe comprometerse profundamente".

Francisco habló así al recibir a los participantes del congreso promovido por el Vaticano sobre los peligros de los abusos sexuales a menores en internet que se ha celebrado en estos días en la Pontificia Universidad Gregoriana.

"Como todos sabemos, la Iglesia católica en los últimos años se ha cobrado cada vez más conciencia de que no hizo lo suficiente en su seno para la protección de los menores: han salido a la luz hechos gravísimos de los que hemos tenido que reconocer nuestra responsabilidad ante Dios, ante las víctimas y ante la opinión pública", afirmó.

Y por ello aseguró que "la Iglesia siente hoy un deber especialmente grave de comprometerse, de manera cada vez más profunda y con visión de futuro, en la protección de los menores y de su dignidad, tanto dentro de ella como en toda la sociedad y en todo el mundo".

El pontífice argentino explicó que su Iglesia no puede trabajar sola, "porque sería evidentemente insuficiente" y por ello "ofreció "colaboración activa y cordial a todas las fuerzas y miembros de la sociedad que desean comprometerse en la misma dirección".

El Papa pide poner fin al maltrato

En este sentido, el Papa dijo que la Iglesia católica se adhiere al objetivo de "poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura sobre los niños", contenido en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible 2030.

"Sentirse mirado por los ojos de los niños es una experiencia que todos conocemos y que nos toca en lo más hondo del corazón" y "nos obliga a un examen de conciencia", agregó.

"Trabajemos por tanto todos juntos para tener siempre el derecho, el valor y la alegría de mirar a los ojos de los niños de todo el mundo", propuso.