EN GRANADA

Juana Rivas se entrega y el juez la deja en libertad provisional

Juana Rivas, este martes, al salir de los juzgados de Granada a los que ha ido a declarar.

Juana Rivas, este martes, al salir de los juzgados de Granada a los que ha ido a declarar. / periodico

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Tras suplicar por carta ayuda a Mariano Rajoy y a los poderes judiciales, Juana Rivas, la madre de la localidad granadina de Maracena que durante 28 días ha permanecido escondida para evitar que sus hijos vuelvan a Italia con su padre, condenado por violencia machista, decidió este martes salir de su guarida y entregarse, para no agravar su situación legal. Juana tiró la toalla pese a la ola de solidaridad que ha despertado su situación –con la campaña ‘#juanaestaenmicasa’- y tuvo suerte. El juez de guardia de Granada desoyó la petición del fiscal, que solicitó prisión provisional y sin fianza para ella y la dejó en libertad provisional, es decir, volver a casa con sus hijos para que desde allí continúe la batalla legal con su expareja.

El titular de guardia se inhibió a favor del juzgado de instrucción número 2 de Granada, que continuará la investigación ya iniciada por los supuestos delitos de sustracción o retención ilegal de menores y desobediencia a la autoridad judicial. 

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Tras una larga declaración, en la que Rivas solo contestó a las preguntas de su defensa, el juez consideró que estos delitos no justifican la medida excepcional de prisión provisional que solicitó la fiscalía, que decidirá el miércoles si recurre la decisión.

A la salida del juzgado, Rivas se felicitó de que haber dado con un juez “humano”, que la ha “escuchado”. “Lo vamos a conseguir, vamos a luchar, yo no quiero ser una prófuga”, añadió. La vecina de Macarena explicó que durante el último mes ha estado escondida en un pueblo de Granada y que en todo momento sus hijos, de 3 y 11 años, han pensado que la situación se iba a arreglar. “Hoy vuelvo a confiar en la justicia y veo que esto se está encaminado”, afirmó.

La evaluación de los menores

Rivas espera que siguiente paso sea que un equipo “preparado” escuche a su hijo mayor para que este pueda relatar el “terror” que ha sufrido por los supuestos malos tratos de su expareja. La principal queja de la madre es que las autoridades no han evaluado correctamente a los niños ni han creído el maltrato al que han estado sometidos.  

A primera hora de este martes, su asesora legal, Francisca Granados, ya anunció que la prófuga acudiría a las 11.00 horas a la sede judicial, pese a que el lunes se ausentó de una vista en la que el juez ordenó la retirada del pasaporte de los niños y les prohibió salir del territorio Schengen sin autorización del padre o sin permiso judicial.

Rivas entró por el parking escoltada por un vehículo policial, y dentro fue detenida, atendiendo a la orden dictada el 8 de agosto, tras sus sucesivas incomparecencias en los tribunales para evitar la entrega de sus hijos a su expareja, el italiano Francisco Arcuri.

El apoyo de la sociedad

A su llegada a los juzgados gritos de “todos somos Juana", "un maltratador no es un buen padre", "frente a los maltratadores, protección a los menores", “nos tocan a una, nos tocan a todas” alentaron a investigada.

Rivas huyó de Italia con sus hijos en mayo de 2016 para escapar del “infierno” y de la “violencia diaria” de su pareja, según relata en la carta que envió antes de entregarse a Rajoy y a las máximas autoridades judiciales.

La situación venía de lejos porque Arcuri fue condenado en el 2009 por lesiones en el ámbito doméstico. No obstante, la sentencia fue por conformidad y el afectado sostiene que jamás ha maltratado a su pareja o sus hijos y que aceptó la pena para continuar poder viendo a su entonces único hijo. Pero, tras la huida de Rivas a España, reclamó la “inmediata restitución” de los dos menores a Italia y denunció a la madre por sustracción internacional. Desde entonces los tribunales italianos y españoles le han dado la razón. El Tribunal Constitucional ha rechazado por dos veces amparar a Rivas y suspender la orden de entrega al padre, por haberse presentado la segunda vez fuera de plazo. 

Mensaje a Rajoy

Rivas se dirigió antes de entregarse por carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que interceda por ella y los menores. En una misiva con fecha 21 de agosto, que también dirige al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y "al presidente del Tribunal Constitucional, Manuel García-Pelayo", la mujer expone su situación y les traslada que ha estado haciendo "lo único que puede hacer como madre, proteger" a sus dos hijos, de 3 y 11 años.

En la carta de tres páginas, a la que ha tenido acceso Efe, recuerda que el pasado 18 de mayo del 2016 tuvo que "huir del infierno" en el que vivían sus hijos y ella en Italia, "sometidos a la violencia diaria de su padre", Francesco Arcuri.

"Él es un maltratador reincidente", subraya en el escrito Juana Rivas, que relata que ella y sus hijos nacidos en España han vivido "historias de terror en completa soledad, un maltrato severo físico y psicológico" y que, desde el punto de vista legal, también son "víctimas de toda una cadena de despropósitos e injusticias".

Evadir la ley

La madre solicita ayuda, admite que la situación los ha llevado a "un callejón sin salida con consecuencias irreparables" para el resto de sus vidas, y asegura que no ha querido "evadir la ley".

"Aun con todo el miedo que me ha producido todos los precedentes, todavía confió en que la justicia española pueda reconducir toda la serie de errores", indica Rivas, que insiste en que no ha dejado de "intentar el camino legal para proteger a sus hijos" y que ni siquiera se rindió cuando el Tribunal Constitucional "desoyó" su petición final de amparo.

"Hoy él (Francisco Arcuri) se pasea libre en mi ciudad mientras yo me escondo aterrorizada por mis hijos, con toda mi energía puesta en que ellos no acusen esta situación insostenible", continúa Juana Rivas, que recuerda que un juzgado tardó más de un año en derivar a Italia su última denuncia por malos tratos a su expareja.

La misiva está dirigida además de a Rajoy y a Maza, a García Pelayo como presidente del TC, cargo que ocupó entre 1980 y 1986, y que actualmente desempeña Juan José González Rivas.