SEGURIDAD VIAL

Cosas que la bici puede hacer en carretera y que (quizás) el conductor no sabe

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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La bici arrastra un estigma que tardará algún tiempo en sacarse de encima. Puede que sea una cuestión generacional. El caso es que el ciclismo siempre había sido una actividad deportiva de fin de semana, de salir a la montaña, de dar un paseo con los niños con la merienda en la cestita. Era el juguete que llevaba a la playa, al cámping, al lago, a por el pan y los diarios. Con el tiempo, sin embargo, ha pasado de anécdota a un medio de transporte con todas las de la ley. Y claro, para poder entrar en una circulación llena de vicios y hábitos, requirió de infraestructura y leyes. A pesar de que el código de circulación recoge con pelos y señales de qué manera deben circular las bicis en carretera, son muchos los conductores que lo desconocen. Y de aquellos polvos, estos lodos, con 21 ciclistas muertos en vías interurbanas en lo que llevamos de año. Aquí va un resumen de lo que el automóvil (también el camión, la furgoneta y la moto, además del ciclista) debe saber sobre las bicicletas en carretera.

1,5 metros de distancia y adelantar con línea continua

Casi todos los accidentes mortales de ciclistas en carretera tienen el mismo origen: un vehículo de motor que no respetó la distancia mínima a la hora de realizar el adelantamiento. El código de circulación estipula que al adelantar a una bici hay que dejar 1,5 metros de separación mínima. La razón es obvia: si pasa demasiado cerca podría tocar o asustar al ciclista. También podría causar un golpe de viento. Para superar una bici, el automóvil tiene que ocupar el carril contrario. A pesar de que haya línea continua, el conductor puede rebasarla sin problemas para garantizar esa distancia mínima de metro y medio.

No podrá hacerlo, no obstante, si en dirección contraria viene otro vehículo, incluida una bicicleta, aunque vaya pegada a su arcén. Los ciclistas deben circular por el arcén en las vías interurbanas. Si no es posible, deben usar la parte imprescindible de la calzada, lo más a la derecha posible. En las autovías en las que no esté vetada la bici, siempre por el arcén. La velocidad máxima de es de 45 kilómetros por hora. 

Circulación de a dos y en grupo

El código de circulación estima, en el artículo 36 de la sección tercera, dedicada a los arcenes, que los ciclistas pueden pedalear “en posición paralela, orillándose todo lo posible al extremo derecho de la vía”. La normativa obliga a avanzar en posición de a uno “en tramos sin visibilidad y cuando formen aglomeraciones de tráfico”, algo que es difícil que el ciclista pueda percibir cuando suficiente tiene con mirar hacia delante. Todavía son muchos los conductores que pitan y afean a los ciclistas que van en columna de dos, lo que genera no pocos momentos de tensión en los que uno siempre tiene mucho más a perder que el otro. La normativa prohíbe la circulación en pelotón y habla siempre de “grupos”, lo que puede generar confusión a la hora de hacer cumplir el código. Si se consulta la Real Academia Española, un pelotón, aplicado a un deporte de carrera, “es un conjunto numeroso de corredores que marchan en grupo”. El código, así las cosas, no deja las cosas fáciles para que un policía, o un juez, delibere. 

Preferencia de grupo ciclista en las glorietas

Hubo un momento en el que en este país empezaron a brotar glorietas como setas. La teoría era de sobra conocida: tiene preferencia el que ya está dentro de la rotonda, a no ser que la señalización vertical u horizontal diga lo contrario. No sucede así con los grupos ciclistas. Se les debe considerar como un único vehículo, esto es, cuando la primera bici haya entrado en la glorieta, los vehículos que se adentren en la misma por otro punto deberán esperar a que haya pasado todos los componentes del conjunto de bicis. Lo mismo sucede con los cruces, en los que los autos deberán ceder el paso hasta que el último pedal haya abandonado la intersección.