ACNUR denuncia los casos de devoluciones ilegales de refugiados turcos

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El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) manifestó hoy su "profunda preocupación" por las recientes denuncias de devoluciones ilegales de peticionarios de asilo turcos de Grecia a su país de origen.

"Estos presuntos casos de devoluciones forzosas ya se han repetido otras veces en el pasado y es de vital importancia que sean investigados por las autoridades griegas", alegó el representante de ACNUR en Grecia, Philippe Leclerc.

El representante de ACNUR reaccionó con ello a la denuncia formulada por la asociación sin ánimo de lucro Centro de Estocolmo para la Libertad (SCF), que asegura que desde mediados de mayo se han producido al menos cinco expulsiones en caliente en la frontera greco-turca.

En un comunicado oficial, ACNUR ha planteado a las autoridades griegas medidas preventivas contra dichas prácticas como la transparencia en el funcionamiento de las fronteras, mecanismos independientes de supervisión y un mejor control de las estructuras internas.

Por su parte, la Liga Griega para los Derechos Humanos ha calificado los hechos como "un acto de violencia y una violación flagrante de la ley de derecho internacional" y ha asegurado estar emprendiendo una investigación para esclarecer los hechos.

Ambas valoraciones se producen un día después de que el comisario de derechos humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, urgiera a las autoridades griegas a detener las "expulsiones colectivas" de solicitantes de asilo turcos y garantizar que puedan solicitar protección internacional en este país.

Según denunció esta semana el Centro de Estocolmo para la Paz, una asociación sin ánimo de lucro fundada por periodistas turcos exiliados en Suecia, todos los casos relatados se han desarrollado siguiendo casi siempre el mismo patrón.

Fuerzas de seguridad griegas los interceptaron cruzando ilegalmente la frontera terrestre, los llevaron a una comisaría y luego los entregaron a hombres armados y encapuchados, quienes, en lugar de conducirlos a un centro de refugiados, los llevaron a la frontera por la fuerza y los entregaron a la gendarmería turca.