Una expedición de científicos recoge 300 muestras del suelo de La Antártida

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La primera expedición de científicos españoles que ha viajado este año a La Antártida ha recogido hasta 300 muestras del suelo que serán analizadas en el laboratorio para profundizar en el estudio de este continente, clave para comprender el funcionamiento del planeta.

Estas muestras recogidas sobre el terreno por un equipo de investigadores españoles llegaron el pasado 24 de mayo a Cartagena (Murcia) en cámaras frigoríficas a bordo del buque Hespérides, como parte de un proyecto de investigación liderado por la Universidad Autónoma de Madrid, financiado por el Plan Nacional de I+D+i.

El jefe de la Unidad del Instituto Geológico y Minero de España en Zaragoza, Luis Javier Lambán, ha explicado los detalles de este proyecto de investigación llamado 'Evolución geodinámica reciente en el norte de la Península Ibérica" en una conferencia impartida en la sede de la Delegación del Gobierno en Aragón, a la que ha asistido el delegado Gustavo Alcalde.

El pasado mes de enero, un equipo de científicos, entre los que se encontraba el propio Luis Javier Lambán, viajó a las dos bases que España tiene en La Antártida -base Gabriel de Castilla en Isla Decepción y Juan Carlos I en la isla Livingston-, para recoger muestras para un proyecto multidisciplinar.

El objetivo de este trabajo fue realizar estudios geomorfológicos sobre suelos en zonas libres de hielo y en lugares afectados por el cambio climático, además de analizar fluctuaciones glaciares; el agua líquida en verano o el impacto ambiental de las bases científicas y de las visitas turísticas.

La Antártida ha tenido siempre un interés crucial para los científicos, dada sus características geológicas, ha apuntado Lambán.

Se trata del quinto continente más grande del mundo, con 14 millones de kilómetros cuadrados, que equivale a 28 veces el tamaño de España.

El 98 % de esta superficie está cubierta por hielo con un espesor de entre 1,6 y 2,5 kilómetros y, en contra de lo que a priori se piensa, es uno de los lugares más secos de la Tierra y más ventosos, con vientos que llegan hasta los 320 kilómetros por hora.

"Hay zonas donde llueve menos que en lugares del desierto del Sáhara", ha explicado este científico con más de 20 años de experiencia en la investigación de aguas subterráneas.

En este proyecto de investigación, liderado por la Universidad Autónoma de Madrid, y, en concreto, en esta expedición, han participado especialistas del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas y el Instituto Geológico Minero de España.

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