Alerta por contenidos en internet que incitan al suicidio

Una persona vapuleada por la vida.

Una persona vapuleada por la vida. / periodico

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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El Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) envió el pasado viernes un escrito a la Fiscalía de Catalunya en el que denuncia 15 contenidos de internet que, a su juicio, incitan a la muerte y son susceptibles de un delito tipificado en el Código Penal, el de inducción al suicidio, que puede suponer penas de hasta cuatro años de cárcel.

El organismo que dirige Roger Loppacher ha pedido también a las empresas de internet que alojan estos contenidos, en su mayoría vídeos y páginas web, que los borren por vulnerar la legalidad, aunque admiten que no siempre es fácil demostrar la inducción al suicidio y que las empresas implicadas respondan con celeridad a sus peticiones de retirada.

El CAC advierte también de la facilidad de localizarlos, pese a los mecanismos que han instaurado las propias plataformas con alertas de ayudas y sistemas de denuncias de “contenidos inapropiados”. Y señala que de los más de 20 millones de resultados que arroja una búsqueda sobre “suicidio” en Google, el 10% son “contenidos de riesgo”, mientras que en Youtube, curiosamente de la misma empresa pero con distinto buscador, de los casi 890.000 resultados sería el 58%. Frente a estas cifras, aproximadamente solo el 20% tendría una conducta disuasoria.

Los contenidos explícitamente denunciados ante la fiscalía son seis vídeos alojados en YouTube, que computan 4,2 millones de visualizaciones, cuatro blogs, dos webs, dos foros y una cuenta de Twitter que posee 16.700 seguidores, en los que figuran imágenes de una chica se corta las venas, hay descripciones elogiosas de la "felicidad" y la "paz" que supuestamente se obtiene cuando el cuerpo se desangra, hay parrafadas de exaltación de la muerte o tutoriales de cómo utilizar barbitúricos o mejores lugares para matarse.

ELUDIR CONTROLES

El CAC, junto a la asociación Després del Suicidi- Associació de Supervivents, alerta también sobre el riesgo que ofrecen otros contenidos hallados no tan directos. En concreto, apunta a otros seis vídeos alojados en Youtube, otro en Vimeo y dos más en Dailymotion, otro foro y dos blogs más en Tumblr, por poner algunos ejemplos. Y denuncia la facilidad para sortear la clasificación por edades y el llamado “modo restringido”, que censura algunos contenidos a menores. O para eludir el supuesto control de la plataforma: la advertencia de “¿Necesitas ayuda?” y ofrecer el número de la oenegé Teléfono de la Esperanza, en Google, o los enlaces a webs de asistencia psicológica en Tumblr.

“Casi todos los suicidas han consultado cómo hacerlo a través de internet. En muchos casos, la familia se ha encontrado con el historial de búsquedas o directamente con todas las páginas borradas. Y por cada suicidio consumado, hay 10 o 15 tentativas, muchas con consecuencias muy graves”, explica Cecilia Borràs, presidenta de Després del Suicidi. Borràs  “Son contenidos dirigidos a todos los públicos pero que en situaciones de vulnerabilidad por problemas vitales, o en menores, pueden ser un auténtico peligro”, añade Loppacher.

La alerta también incide en que ciertos contenidos que se van trasladando cada vez con más frecuencia a “entornos restringidos”, como grupos de Whatsapp o Facebook cerrados, como ha ocurrido con La Ballena Azul, un juego macabro que incitaba a jóvenes a suicidarse utilizando técnicas de manipulación psicológica y que está detrás de la muerte de varios jóvenes en Rusia, Brasil y Colombia. En Corea del Sur, con quien el CAC tiene buena relación y que les puso sobre la pista de este tipo de riesgos entre los adolescentes, se han detectado grupos de incitación al suicidio. “Podíamos pensar que las diferencias entre la sociedad catalana y la coreana harían que el fenómeno no se replicara, pero hay muchos contenidos que inducen”, avisa Loppacher

'POR TRECE RAZONES'

El estreno de la serie Por trece razones, en la que una chica envía cintas a varios compañeros antes de suicidarse y que han vetado algunos centros educativos en Canadá, ha hecho también cuestionar al CAC si se ha querido hacer “una reflexión sobre el sufrimiento de un adolescente” y a instar a que se tenga en cuenta “el impacto que puede tener la ficción sobre menores vulnerables”, según Loppacher.

La autoría y las intenciones de quienes divulgan instrucciones o procedimientos para quitarse la vida de forma efectiva son, según el CAC, desconocidas. Hay foros, comentan, en los que las peticiones de información son replicadas por otros tantos comentarios que intentan quitarles la idea de la cabeza. Pero otros dan todo tipo de detalles sobre ventajas e inconvenientes de los métodos más habituales. Algunos hasta buscan acompañantes y piden datos de contacto que podrían desembocar en estafas o fraudes.

El informe también incide en lo que llama ‘efecto Werther’, en referencia a la ola de suicidios que se desató a finales del siglo XVIII en Europa tras el libro de Johann Wolfgang von Goethe, que mostraba la tristeza por una historia de amor frustrada. Y alerta a medios de comunicación poco escrupulosos que dan abundancia de detalles sobre muertes de personas conocidas, que, en contra de la ética periodística, incluyen especulaciones y datos no contrastados.