El Papa sigue "de cerca" el caso de los Maristas

El Papa Francisco sigue “de cerca” el escándalo de pederastia escolar que afecta a los Maristas porque le “preocupan” todos los casos de abusos sexuales a menores. Con estas palabras el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha tranquilizado a Manuel Barbero, el padre que presentó la primera denuncia contra el profesor Joaquim Benítez, en un encuentro privado que se ha celebrado este miércoles por la mañana en la sede del Arzobispado de Barcelona.

La reunión se ha celebrado a puerta cerrada y ha durado “unos 45 minutos”. Barbero ha explicado que la mayor parte de ese tiempo lo han consumido hablando de su hijo T.B., que sufrió las agresiones sexuales del pederasta confeso Benítez entre el 2006 y el 2010. “Se ha interesado mucho por él y ha estado en todo momento cercano y muy cordial”, le ha agradecido.

CARTA AL PAPA

Barbero, que actualmente preside la asociación Mans Petites, creada para cobijar a buena parte de las víctimas de abusos sexuales en los Maristas, ha revelado a este diario que le ha preguntado directamente a Omella si tenía alguna noticia de la carta que él mismo le mandó al Papa Francisco.

Según este padre, el arzobispo le ha reconocido que no tenía constancia de si el papa Francisco pensaba responder o no a su carta pero le ha asegurado que le consta que sigue con preocupación todos los casos de pederastia que afectan a la Santa Sede, también el de esta orden religiosa, que ha salpicado a una docena de docentes denunciados por más de cuarenta alumnos de las décadas de los 70, 80, 90 y 2000.

Antes de finalizar la reunión, Barbero le ha dicho a Omella que le gustaría “que todas las partes implicadas andaran en la misma dirección” porque él no tiene nada “ni contra la Iglesia ni contra los Maristas”. El arzobispo le ha ofrecido que se vieran de nuevo pronto para seguir hablándolo.

DISPUESTO A REUNIRSE CON LOS MARISTAS

Barbero cree que ahora lo más oportuno sería “reunirse con los Maristas” porque no han vuelto a hablar “desde el 2013”, cuando supo que su hijo había sufrido abusos entre el 2006 y el 2010. “Me gustaría que ellos reconocieran antes que no han hecho bien las cosas y, si lo hacen, me gustaría que pudiéramos reunirnos”, ha explicado.