Radiografía del escándalo de pederastia en los Maristas

Desde que EL PERIÓDICO destapó en febrero los casos de abusos en colegios de la orden los acontecimientos se han sucedido sin parar

El profesor A. F., en una captura del vídeo en el que confiesa sus abusos a un alumno.

El profesor A. F., en una captura del vídeo en el que confiesa sus abusos a un alumno. / periodico

J. G. ALBALAT / GUILLEM SÁNCHEZ / BARCELONA

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DOCE DOCENTES Y UN MONITOR

Antiguos alumnos de las escuelas de los Maristas de Sants-les Corts y la Inmaculada, en el Eixample, y de Badalona han presentado 43 denuncias contra 12 docentes, incluyendo las seis del 2011 contra el hermano Lucio Zudaíre. También ha sido denunciado un monitor de comedor que ejercía en el primer centro. La mayoría de estos casos han sido archivados por prescripción del delito. Al menos quedan abiertos: el del exprofesor Joaquim Benítez y el del monitor. El último denunciado por un expupilo es un hermano de la congregación que dio clases en Les Corts. “Me dijo que si le besaba me mejoraría la nota y si le hacía algo más, todavía más”.

TRES CONFESIONES A ESTE DIARIO

Son tres los profesores de colegios de los Maristas de Barcelona que han confesado a EL PERIÓDICO que abusaron de alguno de sus alumnos. El primero de ellos fue el exprofesor de gimnasia de Sants-Les Corts, Joaquín Benítez. "Lo hice. Y pensé que vendrían antes a por mí", dijo. El segundo, A. E., del colegio la Inmaculada. En una entrevista telefónica con dos reporteros de este diario reconoció que practicaba tocamientos en los genitales a sus alumnos durante las clases. La tercera confesión fue de A. F. En esta ocasión fue una víctima, J., quien logró que dijera la verdad mientras lo grababa con una cámara oculta.

DECENAS DE AÑOS DE CÁRCEL

El exprofesor de gimnasia Joaquim Benítez es el único, por ahora, que con casi toda seguridad se sentará en el banquillo de los acusados, a pesar de que la mayoría de las denuncias que se han presentado contra él están archivadas por prescripción y solo quedan vivas cuatro. A pesar de que la condena que se le puede imponer superaría los 40 años de prisión, el máximo de cumplimiento es de dos décadas. Para calcular la pena debe tenerse en cuenta la fecha de los hechos, la edad del menor, el Código Penal aplicable y las agravantes. Y si en una misma víctima se han cometido un solo delito, uno continuado a lo largo del tiempo o varios.

LA PREESCRIPCIÓN DE LOS DELITOS

No solo la mayoría de las denuncias (13) contra Joaquim Benítez se han archivado por haber prescrito el delito por el paso del tiempo, sino que también ha pasado lo mismo respecto a otras presentadas contra otros antiguos profesores de colegios de los Maristas. En ninguno de estos casos se ha tomado declaración a las víctimas, como han solicitado algunas de ellas. La caducidad de los hechos es la principal baza con la que juegan los acusados y la orden religiosa para minimizar los efectos del alud de demandas. La prescripción empieza a contar a partir de la mayoría de edad de la víctima y se tiene en cuenta el Código Penal vigente cuando sucedieron los hechos.

AVISO SIN RESPUESTA

Los Maristas recibieron en el 2005 un correo enviado por un exalumno avisando de que uno de sus profesores, Joaquim Benítez, abusaba sexualmente de los menores. En el email dirigido al entonces director del colegio de Sants-Les Corts, Jaume Burgués, el denunciante aclaraba que tenía pruebas de la acusación porque él era uno de los estudiantes que habían sufrido sus abusos. También añadía el lugar en el que se producían las agresiones sexuales: el despacho de Benítez, un cuarto de dimensiones reducidas junto a la piscina. En ese habitáculo es donde el pederasta confeso siempre abusaba de los niños.