Incertidumbre sísmica

terremoto melilla

terremoto melilla / periodico

JULIA CAMACHO / SEVILLA

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Los dos importantes seísmos ocurridos en apenas cuatro días en el Mar de Alborán, a escasos 100 kilómetros de la costa de Melilla, han disparado la inquietud entre la población. ¿Son estos terremotos, de 5,1 y 6,3 grados en la escala de Richter, un preludio de otro mayor? Los expertos tratan de calmar a los ciudadanos y aseguran que “aunque no se puede descartar porque no hay riesgo nulo”, la probabilidad de que ocurra es “baja”, según el jefe de área de Geofísica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), José Manuel Martínez. Y consideran normal la actividad sísmica que se registra en la zona, ya que coincide con el punto en el que se encuentran dos placas tectónicas. Cada año se registran en la zona en torno a 11.000 movimientos telúricos, aunque la inmensa mayoría de ellos son de baja intensidad y solo perceptibles por los aparatos sismográficos.

Los estudios y las estadísticas permiten “saber dónde se va a producir un terremoto, no cuándo”, subraya Mercedes Feriche, responsable del área de Prevención del Instituto de Geofísica de Granada. Y advierte de que “la naturaleza no se rige por patrones, por mucho que lo intentemos siempre nos sorprende”, de ahí que “no haya certeza científica de que se pueda producir otro seísmo de mayor intensidad en los próximos días”. Eso sí, ambos expertos resaltan que las réplicas serán algo normal en los próximos días, aunque de menor intensidad y más espaciadas.

EPICENTRO EN EL MAR

El seísmo que en la madrugada del lunes sacudió el sur de España y el norte de Marruecos tuvo una magnitud de 6,3 grados, convirtiéndose en uno de los más intensos de la última década, aunque no el más grave dado que su epicentro se situó en el mar y a una profundidad de 22 kilómetros.

“La distancia y la profundidad atenúan los efectos”, certifica Martínez. De ahí las diferencias, por ejemplo, con el terremoto que asoló Lorca en 2011. Aunque la intensidad fue de 5,3 grados, el epicentro del temblor estuvo justo debajo de la localidad murciana, y a menos de un kilómetro de profundidad (hipocentro). En este sentido, algunos sismógrafos apuntan a que dada la lejanía de Melilla con el punto de mayor riesgo de terremotos, cualquier temblor no pasaría de los 6,5 grados, una intensidad similar a la registrada hace 12 años en Alhucemas y que se saldó con más de 600 víctimas mortales.

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Los expertos consultados resaltan que el sur de España es una zona de gran actividad sísmica “al ser el punto donde chocan la placa africana y la euroasiática”. La unión de ambas placas forma una enorme grieta irregular, donde el roce continuo desprende una gran energía y convierte el área en una especie de “punto negro”, como se aprecia en un simple vistazo al mapa de concentración de terremotos del Instituto Geográfico Nacional (IGN).  

Además, el mar de Alborán forma una subplaca, la microplaca Mesomediterránea, que se encuentra entre ambas y tiene sus propias características. El símil sería el de un puzle con varias piezas gigantes (las placas euroasiática y africana) y, en medio, otras más pequeñas pendientes de encontrar su encaje definitivo, de ahí las “enormes tensiones” que se acumulan en el área, que tradicionalmente ha registrado los mayores terremotos de Europa.

DESPLAZAMIENTOS

Según los cálculos del IGN, Europa y África se acercan “un milímetro al año” en virtud de esos movimientos que deforman el terreno y provocan desplazamientos de grandes bloques en el subsuelo, ocasionando el movimiento de fallas y, por tanto, los seísmos. Así, el día 21 “se rompió una zona de la falla” y este lunes, “otra longitud de la falla”.

Martínez considera que ese primer temblor del jueves fue “premonitorio” del de ayer, aunque otros expertos no lo tienen tan claro pese a que coinciden en que ambos movimientos están relacionados. Así, “hasta ahora no hay una relación unívoca” causa-efecto en los seísmos como para “tomar medidas”, insiste el investigador del grupo de Geofísica Aplicada de la Universidad de Almería (UAL), Manuel Navarro Bernal.