LAS VOCES DE LOS COLECTIVOS

La comunidad musulmana en Catalunya se siente "atacada sin haber hecho nada"

Las entidades islámicas condenan el horror de los atentados de París y critican que no se mida con el mismo rasero la barbarie terrorista en otras partes del mundo

MOHAMED CHRIYAA. Presidente de Magrebins Sense Fronteres, con sede en Salt (Gironès). Tiene 46 años, es educador social y reside en Catalunya desde 1988.

MOHAMED CHRIYAA. Presidente de Magrebins Sense Fronteres, con sede en Salt (Gironès). Tiene 46 años, es educador social y reside en Catalunya desde 1988.

RAFAEL MORALES

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Los miles de musulmanes que residen en Catalunya están viviendo con «el mismo horror que todo el mundo» los atentados terroristas de París. Portavoces de diferentes asociaciones culturales, las mismas que gestionan muchas de las mezquitas catalanas, admiten que se sienten señalados por los que extienden la culpa de las acciones yihadistas a todos los musulmanes y al islam. Sin levantar la voz, también se quejan de la hipocresía de la sociedad occidental, que pone el grito en el cielo por las muertes de París y, en cambio, apenas reacciona ante matanzas del mismo calibre que se producen en otros países de Oriente y África.

«Independientemente de cualquier creencia religiosa, lo ocurrido en París es un acto terrorista sin ninguna duda», explica Hilal Tarkou, abogado y presidente de la Associació Ciutadans per la Convivència i Desenvolupament (ACCD) de Reus. «Es totalmente inaceptable», insiste Tarkou sobre el atentado antes de hacer comparaciones. «Se está poniendo de manifiesto que solo hablamos de lo que ocurre aquí», critica, al tiempo que recuerda otros atentados que han sumado centenares de muertos en Kenia, Siria y otros lugares del Tercer Mundo.

DELINCUENTES, NO MUSULMANES

«Me indigna que los muertos de Francia valgan más que los de otros países, y me parece nefasto que la respuesta de Francia haya sido bombardear Siria», destaca Mohamed Chriyaa, presidente de Magrebins Sense Fronteres de Salt (Gironès), después de condenar los atentados: «Son asesinos, no musulmanes».

Mohammed Houri Rajai, de la asociación Codenaf de Girona, también se siente «indignado» con lo que ha pasado en París. «Y que pase en nombre del islam es que está fallando algo muy importante: la integración», explica Houri. «Que pase esto en un país como Francia, que acoge a cinco millones de musulmanes, es que algo falla», insiste.

Houri deja deja claro que «lo ocurrido en París no es un acto de musulmanes, sino de delincuentes». Argumenta que «los atentados son producto de bandas criminales que aprovechan la ignorancia y la inadaptación de las personas» y se refiere a los llamados «hijos del viento», jóvenes nacidos en el país de acogida pero que no se sienten de un lugar ni de otro. «Tendrían que tener un sentido de pertenencia al país donde han nacido, pero no es así», dice Houri Rajai.

«Nos ven de forma diferente, pero no lo somos», apunta Chriyaa, para explicar la ola de xenofobia que se ha vuelto a activar contra los musulmanes. «En Salt tenemos una situación muy extraña. No es miedo, pero existe la sensación de que quieren imponer la farsa de que el islam es el mal de todos», aclara. También Houri admite las presiones: «Parece que es la moda de hoy día, sobre todo en las redes sociales».

«LO ESTAMOS PASANDO MAL»

«Esto duele mucho, lo estamos pasando mal», admite Rafat Sarajebin, secretario de la Comunidad Islámica Imam Malik, impulsora de la mezquita de Salt. «Los atentados no tienen nada que ver con el islam ni con ninguna religión», explica. Sus autores, asegura Sarajebin, forman parte de grupos extremistas y «los que pagan los platos rotos son los que menos culpa tienen».

Este dirigente musulmán considera que lo ocurrido en París «no beneficia en nada» a los musulmanes del resto del mundo porque «activa a los partidos xenófobos y a la gente que les cree». «Son solo unos cuantos terroristas frente a los millones de musulmanes que hay en el mundo», añade Sarajebin y lamenta la poca información que en Catalunya hay sobre el Corán. «Predica la paz y la humildad», dice sobre el libro sagrado musulmán. «Está escrito en el Corán que está totalmente prohibido matar a personas inocentes», añade Mohamed Serour, presidente de la Associació Cultural Àrab de El Vendrell (Baix Penedès).

«No ganará el terrorismo», pregona Chriyaa, que no cree que la situación actual contribuya a radicalizar a los musulmanes de Catalunya. «Tenemos que seguir trabajando en la tarea de la integración, la convivencia y la educación», destaca. Mientras que Sarajebin resta importancia a la influencia de los imanes: «No tienen más poder que el que pueden tener los curas cristianos. Vienen, rezan y se van a su casa», afirma.

Tarkou se refiere a la existencia de «un sentimiento de rabia» debido a que «los musulmanes se sienten atacados sin haber hecho nada». También cree, como otros dirigentes musulmanes, que la Generalitat no debería dejar la gestión de los asuntos religiosos totalmente en manos de asociaciones o fundaciones, como ocurre con las mezquitas.