CASO INSÓLITO EN PALAFRUGELL

A la cárcel por negarse a un test de alcoholemia cuando iba en bici

Una jueza de Girona ordena el encarcelamiento del ciclista durante 115 días porque no ha pagado la multa sustitutoria a la condena de cuatro meses de prisión

palafrugell

palafrugell / periodico

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una jueza de Girona ha ordenado que un ciclista de Palafrugell (Baix Empordà) que se negó a someterse a la prueba de alcoholemia cumpla una pena de 115 días de cárcel. La resolución judicial se ha dictado después de que el Gobierno denegara el indulto al afectado, Ruslan Kopchuk, un ucraniano que no pudo pagar todo el importe de la multa sustitutoria de los cuatro meses de cárcel que le cayeron por aquel incidente. El condnado se quedó sin trabajo por la retirada del carnet de conducir que también le impuso el juez.

Su abogado, Francesc Xavier López, ha recurrido la decisión judicial, pero este recurso no paraliza su ejecución de forma cautelar, por lo que en los próximos días se citará a Kopchuk para comunicarle que en un plazo de 15 días lo meterán entre rejas. Tras conocerse la denegación del indulto, el Ministerio Fiscal solicitó a la jueza que se cumpliera la pena de cárcel debido a que el condenado no había pagado los casi mil euros de multa sustitutoria a la prisión y porque, además, tenía antecedentes penales, ya que en el 2007 fue condenado por dar positivo en una prueba de alcoholemia en Sant Feliu de Guíxols. Aquella vez, sin embargo, cuando iba al volante de un vehículo.

Incidente con la policía

El defensor considera que se ha cometido un error porque este antecedente está cancelado, ya que habían pasado más de tres años desde el cumplimiento de aquella pena cuando fue nuevamente condenado en el 2013 por el incidente de Palafrugell. Aquel insólito percance ocurrió en marzo del 2013, cuando el ucraniano, que lleva 15 años en Catalunya, huyó de unos agentes de paisano de la policía local que le dieron el alto tras apreciar que conducía su bicicleta con síntomas de ebriedad.

Como en su huida cayó al suelo (él alegó que intentaba escapar porque los agentes iban de paisano, no se identificaron y pensaba que querían agredirle), los policías lo retuvieron y le exigieron que se sometiera a una prueba de alcoholemia, a lo que Kopchuk se negó, “lanzando la boquilla contra la cara del policía local”, según la sentencia. Una actitud poco colaborativa que el ciclista atribuyó a la fuerza desproporcionada que emplearon los agentes a la hora de detenerlo.

Condena pactada

Cuando el caso llegó a juicio, la abogada de oficio pactó con el fiscal una aceptación de condena con el fin de reducir en una tercera parte la pena solicitada, ya que también se le acusaba de otros delitos relacionados con su accidentada detención. La pena pactada fue de 4 meses de cárcel o una multa sustitutoria de 960 euros y la retirada del carnet de conducir durante 8 meses. Al no poder conducir, Kopchuk perdió su empleo de jardinero y dejó de pagar la multa, ya que vive de alquiler y tiene que pasar una pensión alimenticia a su expareja, con la que tiene una hija de 5 años. Cuando su nuevo abogado defensor solicitó el indulto, se le devolvió el carnet de conducir a la espera de que el Gobierno se pronunciase, pero tras la denegación de esta gracia se le volverá a retirar.

El abogado Francesc Xavier López alega que su cliente fue condenado por un delito inexistente, no es un delincuente habitual y que, solo por la naturaleza de los hechos, no debería entrar en prisión, “ya que si bien el Código de Circulación obliga a todos los usuarios de la vía pública a someterse a este tipo de pruebas, el mismo texto legal sanciona con multa administrativa la negativa a someterse”. El defensor recuerda, además, que en la mayoría de los casos no se encarcela a los condenados cuando la pena es inferior a dos años de prisión y los antecedentes han sido cancelados.