SENTENCIA POLÉMICA

Sin carnet por negarse a soplar tras huir en bici

Un ciclista de Palafrugell, condenado a cuatro meses de cárcel y a la retirada del permiso de conducir por no pasar un control de alcoholemia

Ruslan Kopchuk, con su bicicleta, ayer.

Ruslan Kopchuk, con su bicicleta, ayer.

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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Si bebe, no le dé a los pedales. Y si va en bicicleta y unos policías le piden que se someta a una prueba de alcoholemia, mejor no se resista, porque puede pasarle como a un vecino de Palafrugell (Baix Empordà) que, además de ser condenado a cuatro meses de prisión, ha visto cómo le han retirado el carnet de conducir durante un periodo de ocho meses y dos días. Su abogado ha pedido ahora el indulto y que la sentencia se suspenda cautelarmente, ya que el afectado puede perder el trabajo si se queda sin la licencia.

El insólito percance se remonta al 21 de marzo del 2013, cuando Ruslan Kopchuk, nacido en Ucrania hace 45 años, se encontraba en la zona centro de Palafrugell y, tras observar la presencia policial, según la sentencia condenatoria, «se subió en la bicicleta, huyendo de los a gentes, hasta que cayó al suelo». La policía lo detuvo y, tras advertir que presentaba síntomas de ebriedad, le requirió para que realizara el test de alcoholemia, avisándole de las consecuencias penales que podría tener una negativa. «A pesar de ello -añade el fallo judicial-, el acusado se negó, lanzando la boquilla contra la cara del agente de la policía local».

Policías de paisano

Kopchuk reconoció ante el tribunal, y sigue admitiendo ahora, que se negó a pasar la prueba de alcoholemia, pero su versión sobre lo sucedido es sustancialmente diferente a la que recoge la sentencia y a la que facilitaron los policías. Afirma que huyó de los agentes porque los que le dieron el alto iban de paisano y no se creyó que fueran policías. Hay que tener en cuenta que los hechos sucedieron a las tres de la madrugada, una hora poco conveniente para intimar con desconocidos. Asegura, además, que no se cayó, sino que se paró cuando vio un coche de la policía local, porque se sintió «protegido».

Dice que los agentes de paisano lo inmovilizaron «de malas maneras» y que incluso le propinaron algún golpe, por lo que presentó una denuncia por lesiones. Admite, sin embargo, que en la mochila llevaba una botella de vino, pero sostiene que no iba borracho y que solo se había bebido «dos vasos». Cuando el caso llegó a juicio, la abogada de oficio del acusado pactó con el fiscal una aceptación de condena con el fin de reducir en una tercera parte la pena solicitada.

Días después, el abogado Francesc Xavier López Vegas, que le defiende en otro caso y que sabe que si Kopchuk pierde el carnet corre el riesgo de perder el empleo y de no poder mantener a su hija, decidió solicitar el indulto de su cliente y la suspensión cautelar de la pena. El letrado alega que la normativa aplicada para justificar la retirada del permiso es «confusa o discutible», en el sentido de que cuando el artículo 383 del Código Penal habla de «conductores», a la hora de establecer la pena de cárcel y la retirada de carnet por negarse a realizar el test de alcoholemia, «no está suficientemente claro» si un ciclista queda incluido en esta definición o no.

«Es evidente que si un ciclista se niega a pasar el control tiene que ser castigado, pero considero que debería ser una sanción administrativa, sin que se considere constitutiva de delito ni conlleve antecedentes penales», insiste el abogado.