La política policial catalana

El 'caso Quintana' obliga a Interior a numerar las pelotas de goma

El realizador Miquel Àngel Raió, Ester Quintana y Óscar Alpuente, en la presentación del espot contra las pelotas de goma, ayer.

El realizador Miquel Àngel Raió, Ester Quintana y Óscar Alpuente, en la presentación del espot contra las pelotas de goma, ayer.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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Para los agentes antidisturbios de los Mossos, habrá un antes y un después del caso Quintana. Además de una polémica política que quizá le costó el puesto de conseller de Interior a Felip Puig y de unas diligencias judiciales que pueden acabar con varios policías imputados, la lesión ocular sufrida por Ester Quintana la noche del 14-N ha forzado a la policía autonómica a acometer una reforma de arriba abajo de la Brigada Mòbil (Brimo), los antidisturbios de la policía de la Generalitat.

Si durante el mandato de Puig se miraron alternativas operativas tales como el uso de camiones de agua e incluso de caballos o perros, todas ellas finalmente descartadas, ahora se está abordando una sacudida general del material, primero; de los protocolos, después; y por último, del personal de ese grupo operativo, que ha estado en el centro de las últimas polémicas en que se ha visto envuelto el cuerpo. Los responsables policiales y políticos son conscientes de que algunos de estos incidentes, tales como la lesión de Quintana, han degradado sensiblemente la imagen de los Mossos a ojos de la ciudadanía.

REGISTROS EXHAUSTIVOS / Según han explicado a este diario fuentes cercanas a los antidisturbios, los primeros cambios afectan a las pelotas de goma. Interior ha decidido extremar el control sobre estos proyectiles. Para empezar, ha establecido que todas las pelotas de goma de la Brimo estén numeradas y sean del mismo color. Ahora van sin número y las hay negras y grises.

Los zurrones en que las llevan los agentes cuando salen a las misiones operativas van a pasar a estar precintados. En caso de abrirse, el responsable deberá elaborar un escrito en el que hará constar el momento, el lugar y la razón en que se abre esa bolsa. Cuando se regrese a las dependencias policiales, los zurrones serán minuciosamente revisados.

Estas modificaciones en las pelotas de goma ya están en marcha. De hecho, en los últimos días ha habido varias manifestaciones en que los antidisturbios han salido sin pelotas de goma porque estas estaban siendo sometidas al proceso de marcaje y los precintos de los zurrones aún no estaban listos. La intención es que sea imposible disparar una pelota de goma sin que esa acción sea ordenada por la superioridad.

GPS EN LAS ESCOPETAS / Con estos cambios, Interior reconoce de forma implícita que el control que hasta la lesión de Quintana existía sobre esos proyectiles no es ni de lejos el que sostuvo Felip Puig cuando compareció en el Parlament asegurando que las pelotas de los antidisturbios se contaban antes de salir y después de regresar de las actuaciones policiales. Fuentes de los Mossos no quisieron precisar qué transformaciones se están acometiendo aunque sí reconocieron que «se están cambiando cosas».

Habrá más cambios en lo que respecta al control del material. Para poder ubicar en todo momento las escopetas, estas van a dotarse de GPS con brújula. Así, no solo se podrá trazar su ubicación, sino también el lugar hacia donde apuntan.

Otra innovación en la que se trabaja es en la colocación de cámaras en los cascos de los escopeteros. De este modo, en caso de que tengan que disparar, quedará claro adónde apuntaban. También se estudia la adquisición de un nuevo tipo de vehículo, que dé más movilidad a los agentes.

CAMBIOS DE PERSONAL / Cuando esas etapas se vayan cumpliendo, quedará la más difícil: los cambios entre los miembros de la brigada. Para empezar, en la Brimo se van a integrar varios mandos nuevos de confianza del nuevo jefe de la unidad, el inspector Marc Caparrós, que procedía de los Grups Especials d'Intervenció, los geo de los Mossos. También habrá cambios en la base. Desde Interior intentan poner remedio al hecho de que en actuaciones antidisturbios de los Mossos se hayan causado al menos siete lesiones oculares, cuando en otros cuerpos de seguridad, como la Policía Nacional, no se ha dado ninguno pese a realizar más actuaciones antidisturbios.