Siniestro astronómico en Rusia

Un meteorito causa en los Urales la mayor explosión desde 1908

Agujero en el lago helado de Cherbakul formado por la caída de un meteorito.

Agujero en el lago helado de Cherbakul formado por la caída de un meteorito.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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Mientras los astrónomos aguardaban expectantes el gran acercamiento a la Tierra del asteroide 2012 DA14, que pasó ayer a 27.000 kilómetros del planeta convertido en un inocuo y hermoso espectáculo astronómico, el cielo tembló ayer cerca de la ciudad rusa de Cheliábinsk, en la región de los Urales, como consecuencia de un inesperado bólido espacial que estalló a una altura de unos 30 o 50 kilómetros y ocasionó una violentísima onda expansiva, probablemente la mayor explosión en la Tierra desde el llamado Evento de Tunguska, en el año 1908. Un millar de personas sufrieron heridas, aunque en la mayoría de los casos fueron por cortes leves debidos a cristales que salieron despedidos de las ventanas.

Los primeros datos «indican que estamos ante una caída histórica», resume Josep Maria Trigo, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio de Barcelona (CSIC-IEEC) y coordinador de la Red Española de Bólidos y Meteoritos. La estimación de Trigo, realizada en colaboración con Peter Brown, de la Western Ontario University, en Canadá, indica que el objeto fue un meteoroide que penetró en la atmósfera terrestre a unos 18 kilómetros por segundo y cuya explosión tuvo una potencia de unos 300 kilotones, similar a 20 veces la bomba de Hiroshima. «Esto supone que fue producido por un NEO [objeto espacial] de unos 15 metros de diámetro con una masa de unas 7.000 toneladas», prosigue Trigo.

La Agencia Espacial Europea (ESA) descartó que el objeto fuera un fragmento desprendido del 2012 DA14. «¡Es increíble que haya pasado en el mismo día!», destaca el especialista del CSIC. El Evento de Tunguska, debido a la explosión de un asteroide de mayor tamaño hace un siglo, arrasó unos 30 kilómetros a la redonda en una región despoblada de Siberia.

AGUJERO DE SEIS METROS / Ayer, el estallido de Cheliábinsk se produjo por la mañana, hacia las 9.20 hora local. La estela dejada por el meteoroide tras atravesar la atmósfera fue observada nítidamente por miles de transeúntes y conductores. De resultas de la explosión, según reportaron los medios locales, cayeron al suelo pequeños fragmentos incandescentes -los mayores pesaban un kilo o poco más-, siempre en zonas sin edificios. El efecto más visible fue el agujero de unos seis metros de diámetro que se formó como consecuencia de un impacto en un lago helado cercano a la ciudad de Cherbakul. A diferencia del 2012 DA14, el asteroide de los Urales no pudo ser detectado con antelación porque sus modestas dimensiones lo impedían, al menos para los telescopios que actualmente se dedican a esos menesteres, considera Trigo. De hecho, por ese motivo es mejor llamarlo meteoroide.

Las dificultades para cobrar el seguro en caso de accidente de tráfico ha provocado que muchos rusos lleven en su coche una cámara para filmar. Y ese fue justamente el motivo de que la llegada del bólido y la posterior explosión fuera inmortalizada por doquier. En numerosos vídeos, muchos de ellos alojados en internet, se puede observar lo que parece el apocalipsis: un objeto luminoso se acerca por el cielo, de repente se hace de noche y, finalmente, acontece la gran explosión con una luz cegadora. Las puertas abiertas se balancean y los cristales de las ventanas se rompen y caen a las calles. Mijail Yurévich, gobernador de la región de Cheliábinsk, la más afectada, declaró que 950 personas habían resultado heridas, de las cuales 700 correspondían a la capital provincial. Había unos 200 niños.

3.000 EDIFICIOS / Las autoridades locales informaron asimismo de que 3.000 inmuebles habían sufrido daños, especialmente en ventanas, y que el mayor desperfecto correspondía a la caída de un muro en una fábrica. Además de Chéliabinsk (un millón de habitantes), con unas pérdidas estimadas de 25 millones de euros, también se produjeron pequeños desperfectos en ciudades de las provincias de Sverdlovsk y Tiumén, así como en el norte de Kazajistán. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó al Ministerio de Situaciones de Emergencia que se suministre ayuda «inmediata» a los afectados. Como informó la agencia Efe, las autoridades cortaron provisionalmente y por precaución el suministro de gas. Muchos lo pasaron fatal tras el susto inicial.