Las infraestructuras viarias

La 'carretera de la vergüenza' recibirá 1,5 millones para ser segura

C. B.
GIRONA

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Inicio del año. Una víctima mortal en la C-55 y, al cabo de una semana, el conseller de Territori se desplaza a Manresa y anuncia obras por valor de 1,2 millones de euros. A pesar de que eran trabajos ya programados, el gesto dice mucho. Unos días después se produce otro accidente mortal, esta vez en la N-141e. Y Santi Vila revela que se aplicarán medidas urgentes para paliar los déficits de seguridad en la popularmente conocida como carretera de la vergüenza. Las realidades son completamente distintas, pero el monto de la inversión anunciada ayer para la vía que une Anglès (Selva) y Salt (Gironès) --1,5 millones de euros-- es incluso superior.

Según el Servei Català de Trànsit, entre el 2007 y el 2012 ha muerto una persona cada año en esta vía gerundense. En la

C-55, solo en el 2012 murieron 15. Sin embargo, el conseller defendió ayer la conveniencia de actuar en la N-141e a pesar de su diezmado presupuesto. «No es únicamente una cuestión de equilibrio territorial, sino que esta vía es una herida sangrante de la demarcación de Girona», defendía mientras el delegado del Govern, Eudald Casadesús, asentía ostensiblemente a su lado.

SEÑALIZACIÓN Y VALLAS / Los 1,5 millones que Vila se comprometió a destinar a esta carretera de 13,5 kilómetros, por la que circulan entre 9.000 y 13.000 vehículos al día, servirán para mejorar la señalización, el firme, las vallas de contención y poco más, a la espera de que se afronte una reforma más integral. Estos trabajos comenzarán este 2013 y ayer se presentaron a los alcaldes y a la plataforma vecinal que reclama la mejora de la vía y que movilizó a 500 personas en una manifestación tras el accidente mortal.