FENÓMENO ESTELAR

Los puntos débiles de las nuevas tecnologías amplifican los problemas por las tormentas solares

El Sol, en una imagen de este jueves del Observatorio Solar y Heliosférico de la NASA.

El Sol, en una imagen de este jueves del Observatorio Solar y Heliosférico de la NASA. / SOHO/ASA/MSF

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Latormenta solarcuyos efectos se dejan sentir este jueves en laTierraentra dentro de la actividad normal de este astro y no tendrá mayores consecuencias que algúncortocircuito, el desvío de losaviones cuyas rutas pasen cerca de lospoloso el aumento de la intensidad de lasauroras boreales, según Valentín Martínez Pillet, investigador delInstituto de Astrofísica de Canarias (IAC). "ElSolno está cambiando ni haciendo nada que no haga siempre. Sigue comportándose igual que en los últimos 3.000 millones de años. Los que hemos cambiado somos nosotros, que cada vez tenemos mástecnologíasusceptible de verse afectada y fallar por estas tormentas solares", ha explicado.

Para el astrofísico, "en ningún caso hay que alarmarse" por la tormenta solar que este miércoles lanzó unafulguracióncuyos efectos llegan este jueves a la Tierra. Clasificada en el nivel X-5 (de veinte niveles), es de lo más intenso que se ha visto en este ciclo solar, que comenzó en el 2010 y terminará en el 2020 y que tendrá su momento álgido en mayo del 2013.

Tres oleadas

Una fulguración, explica Martínez Pillet, provoca tres oleadas de efectos, de las que la primera viaja a la velocidad de la luz (tarda siete minutos en llegar a la Tierra), ioniza la atmósfera y provoca problemas en las comunicaciones por radio.

La segunda oleada tarda una hora en llegar a la Tierra y, de manera similar a la primera, también altera las comunicaciones radiofónicas.

Las últimas en llegar son las partículas "más pesadas, lentas y energéticas, que son las que producen más efectos y las que están llegando a la Tierra desde las 11 de la mañana" de este jueves.

El campo magnético

No obstante, precisa Martínez Pillet, "en ningún caso estas partículas llegarán a la superficie de la Tierra, porque el planeta está protegido por un campo magnéticoque hace de escudo y que impide que esaradiación alcance la superficie terrestre y afecte a los humanos". Lo que ocurre es que "el campo magnético redirige esa energía hacia los polos, y esa es la razón por la cual estos días habrá más actividad boreal".

En la noche de este jueves, de hecho, se podrían ver muchas auroras boreales y de intensidad importante en Noruega, Escocia y Suecia, e incluso a la altura de Nueva York. Además, habrá que cancelar las salidas de los astronautas de laEstación Espacial Europea, y los aviones comerciales deberán alterar sus rutas para no pasar cerca de los polos.

"Lo más grave que podría pasar sería que algunas ciudades norteñas tengan algún cortocircuito, sobre todo en Canadá, donde en la década de los 50 una tormenta solar dejó Quebec sin luz una semana", ha explicado Martínez Pillet.

El reto de la predicción

Por su parte, el astrofísico delInstituto de Astrofísica de Andalucía (IAA)José Carlos del Toro ha subrayado que las tormentas solares forman parte de la actividad normal del Sol, y que uno de los grandes retos de los astrofísicos es llegar a predecirlas.

En ese campo, la misión espacial Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA), que será lanzada al espacio en 2017, será un gran avance, ya que por primera vez permitirá ver de cerca lospolos solares --donde tiene lugar elciclo magnético de este astro que provoca las tormentas--.

Más cerca que nunca

El satéliteSolar Orbiter recorrerá casi 1.000 millones de kilómetros hasta la altura deMercurio, lo que le permitirá tomar muestras del sol desde una cercanía jamás alcanzada.

Este proyecto será esencial para comprender mejor el campo magnético del Sol, "pero aún se tardará algún decenio en llegar a predecir las tormentas solares con una mínima fiabilidad", ha afirmado.