Los otros galardones
Tradición innovadora
Casa Tarradellas y Fundació Ared recogieron también anoche, en la gala del Català de l¿Any, las distinciones que les acreditan como Millor Iniciativa Empresarial y Millor Iniciativa Solidària del 2010, respectivamente. Ambos premios son concedidos por jurados. El premio empresarial, el más veterano de todos los que convoca EL PERIÓDICO, llega a su 30ª edición.
Casa Tarradellas recibe el galardón empresarial por su permanente apuesta en favor de la mejora tecnológica
Los orígenes deCasa Tarradellas,Premi Millor Iniciativa Empresarial 2010, hay que buscarlos en un restaurante fundado hace 35 años porJosep Terradellas, un joven agricultor, y su esposa, Anna. En el establecimiento también vendían embutidos elaborados en el negocio familiar. Casi cuatro décadas después,Casa Tarradellas es una gran empresa alimentaria, con siete centros de producción en la comarca de Osona, una plantilla de 1.400 trabajadores y una facturación, el año pasado, de 630 millones de euros.
Líder en España en el sector de las pizzas refrigeradas,Casa Tarradellas se ha distinguido siempre por su política de innovación tecnológica. El último exponente de esta apuesta por la constante modernización es el centro de producción e investigación de la harina, ubicado en Gurb, sede central de la compañía, y en el que ha invertido 15 millones de euros.
El equipamiento responde a la voluntad de Casa Tarradellas de ofrecer«el mejor producto a partir del mejor ingrediente»,explica el propietario y máximo responsable de la empresa, Josep Terradellas.«En la zona se cultiva un trigo excelente para nuestras pizzas. Es muy importante comprar los ingredientes cuanto más cerca mejor. Así favorecemos al país y aseguramos la calidad», apunta. La mayor parte de la carne que se usa para la producción también procede de granjas propias.
En la historia de la firma destacan dos momentos cruciales vinculados a la innovación: el lanzamiento del fuet Espetec y, en 1997, el de la pizza fresca, la primera que se fabricó en España. «Éramos una empresa de producto cárnico y pensábamos que era el momento de dar un salto... ¿pero adónde?», recuerda Terradellas.«Hasta ese momento vendíamos ingredientes, y teníamos que vender soluciones: así nació nuestra pizza».Reconoce que el sector agroalimentario es estable y se ha visto poco perjudicado por la crisis. Pero opina que no se pueden«dormir»y deben«trabajar y trabajar»para controlar los costes. El futuro del sector también pasa, dice Terradellas, por potenciar los productos tradicionales y trabajar conjuntamente con agricultores y ganaderos para hacer una cadena alimentaria más competitiva.
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