MEDIOAMBIENTE

La cosecha de setas será peor que la pasada excepto en el Berguedà

Glòria García atiende a unos compradores en su puesto de setas en la C-16, cerca de Guardiola de Berguedà.

Glòria García atiende a unos compradores en su puesto de setas en la C-16, cerca de Guardiola de Berguedà.

ROGER SEGURA / Llleida
JOSEP SALLENT / Manresa

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La campaña de setas de este otoño en Catalunya será buena, con una producción de 55 a 70 kilos por hectárea, una cifra superior a la media de los últimos 15 años (44 kilos). Esta es la previsión que ha hecho el Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC) a partir del estado de las parcelas de bosque que examina en varios puntos del territorio y de las perspectivas meteorológicas.

Aun así, estas cifras son inferiores a los 90 kilos por hectárea que se recogieron, de media, en el 2009. Según Juan Martínez de Aragón, ingeniero del CTFC, el año pasado «prácticamente no hubo setas en el Berguedà», aunque la producción en el Pirineo, otras zonas del Prepirineo y las montañas del interior de Tarragona fue notable. El lugar hegemónico que el Berguedà ocupa en el imaginarioboletairecatalán hizo que se extendiera la percepción de que la campaña había sido mala.

Este año se prevé una situación totalmente opuesta. «En el Pirineo va a llover menos -añade Martínez de Aragón- y quizá haga más calor, por lo que saldrán menos setas. En cambio, en la Catalunya central la temporada se ha avanzado porque ha llovido bastante y no ha hecho calor, lo que la convierte en la zona mejor zona para coger setas».

EN ALTURA / Según el CTFC, a comienzos de agosto empezaron a salir los primeros robellones yrossinyolsa 1.000 metros de altura y también algunoscepsa partir de los 1.500 metros. Pero la falta de lluvias y las altas temperaturas registradas los últimos días han frenado la aparición de hongos.

En las zonas más elevadas de la Alta Ribagorça se empezaron a recoger las primeras setas hace un mes. Desde entonces, se puede ver a unos pocos vendedores a pie de carretera en El Pont de Suert. Ofrecen loscepsa 30 euros el kilo y los robellones yrossinyolsa 20, todos en pocas cantidades. En agosto ha llovido poco en la comarca y los buscadores de setas están inquietos porque si no llueve esta semana, la campaña se torcerá.

En el Pallars Sobirà constatan un atraso en la temporada. «Normalmente en julio y agosto recogía bastantes setas pero este año está todo muy seco», explica Pere Dalmau,boletairede Rialp. Otro tanto sucede en el Vall d'Aran.

En el Alt Urgell, la campaña empieza a mediados de septiembre. Según Enriqueta Bullich, de la empresa Natura Bolets, de Montferrer, «han encontrado algún robellón de abeto y algúnceppero todavía es muy pronto».

MALA PASADA / Por contra, en el Berguedà y el Solsonès parece que las predicciones del CTFC, halagüeñas para estas comarcas, llevan camino de cumplirse. Desde mediados de agosto, losboletairesmás experimentados ya están encontrando los primerosrovellonsen zonas umbrías muy concretas del alto Berguedà, a más de 1.200 metros de altitud.

El portavoz de la Penya Bolataire de Berga, Jesús Perarnau, explica que, de momento, se han ido recolectando «aquí y allá» los primerosrovellonsy algunoscamagrocs. No obstante, añade, las altas temperaturas de la semana pasada hicieron una mala pasada a estosboletstempraneros. «El calor ha carcomido casi la mitad de los que no se habían recogido», explica Perarnau. «Las temperaturas de esos días, de más de 30 grados, son horrorosas para las setas», señala. Y añade: «Estos primeros robellones no son tan sabrosos como los que están por llegar».

Sea como fuere, ya han empezado a salir los primeros vendedores a la carretera, principalmente los fines de semana. Por ejemplo, Glòria García, una veteranaboletaireque siempre es de las primeras a poner la parada al pie del eje del Llobregat (C-16). «De momento es temprano, porque acaba de empezar la temporada, pero los buenos buscadores ya saben dónde ir a cogerlos», comenta riendo. El precio de los robellones que oferta se sitúa entre siete y doce euros el kilo.