Quinta temporada

'Orange is the new Black': el motín de Litchfield

Una de las series más seguidas en España ha vuelto con una quinta temporada que cumple con lo prometido. La rebelión ha estallado pero nadie sabe cómo dirigirla con éxito. Los 13 episodios están disponibles en Movistar+ bajo demanda.

Carlos P. Rovira

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La cuarta temporada de ‘Orange is the New Black’ dejó uno de los cliffhangers más locos de la televisión reciente. La inesperada muerte de Poussey (Samira Wiley), a manos de uno de los funcionarios, fue la chispa que terminó por encender la ira de las reclusas de la cárcel de Litchfield. El último capítulo hizo fundido a negro justo cuando Daya (Dascha Polanco) apuntaba al agente Humphrey con una pistola, mientras sus compañeras los rodeaban al grito de “Kill him! Kill him!”.

Los seguidores de la serie hemos tenido que esperar un año. Un año durísimo. En el que no han faltado rumores y especulaciones sobre si Daya apretaría o no el gatillo. “It’s war”, nos advirtió la actriz Danielle Brooks (Taystee en la serie). Y efectivamente, la quinta temporada empieza tal y como terminó la anterior. “Kill him! Kill him!” Ojo por ojo, diente por diente. Y ¡bang! Estalla el motín de Litchfield.

Un motín en tiempo real

Los 13 capítulos que integran esta temporada transcurren durante los tres días que dura la revuelta. Para algunas presas esta es una excusa para liberar tanta represión y perder la cabeza durante unas horas. Lo que sería un tratamiento antiestrés y un curso intensivo de mindfulness en uno. Para otras, el motín es la oportunidad de llamar la atención de la prensa y devolver la justicia a Litchfield. Para Piper (Taylor Schilling) y Alex (Laura Prepon) lo mejor es mantenerse al margen del caos.

La serie siempre ha mantenido el equilibrio entre la comedia y el drama sin problemas. Pero los últimos acontecimientos en Litchfield y los disturbios raciales en Estados Unidos (siempre en boca de las actrices de la serie) han terminado por decantar la balanza hacia el género más realista. Lo que ha hecho que los guionistas tengan que afilar más la ironía para poder seguir sacándonos una sonrisa.

Lo que ya es seguro es que la serie ha dejado de tener su núcleo en Piper hace tiempo. Algo que su creadora, Jenji Kohan, ya tenía pensado desde la primera temporada. Las historias de las mujeres que rodean a Piper son el verdadero centro de la trama. Rompen estereotipos de raza y género y nos confiesan los pecados que las han llevado a Litchfield. Hasta el punto que el espectador entiende (y defiende) el motín tanto como ellas.

Un retrato social realista

Jenji Kohan, creadora también de la multipremiada ‘Veep’, ha construido un relato carcelario que hace aflorar un pensamiento: “yo también podría terminar en un lugar así”. ‘Orange is the new Black' es ante todo un ejercicio de humanización. Un puente para el diálogo entre dos mundos que la sociedad mantiene incomunicados. Más bien, somos los que vivimos en libertad los que aislamos y repudiamos a los convictos, el estrato social más bajo.  

Esta dinámica se vio en su máxima expresión hace pocos días con el cierre definitivo de La Modelo. Tras más de un siglo en funcionamiento, la prisión, situada en el corazón de Barcelona, atrajo por fin la atención de la prensa y la ciudadanía. Toda una manifestación de hipocresía por nuestra parte. Esta es una de las cosas que trata de revertir Kohan. Como dijo Brooks en su momento, esta serie trata de “animar a la gente a cambiar su comunidad… aunque no tengan ni idea de cómo coño hacerlo”.

Esta quinta temporada de ‘Orange is the new Black’ se estrenó en exclusiva en Movistar Series solo un día después de su emisión en EE. UU. Para los que aún no han podido verla, todos los episodios de la serie están disponibles bajo demanda.