UNA ENTIDAD DE SANTS-MONTJUÏC

Pasión por el hockey

El Catalònia Hoquei Club nació en el 2004 por la iniciativa de unos padres tras el cese de la actividad deportiva en el colegio de sus hijos

7 equipos femeninos 8Entrenamiento de jugadoras del Catalònia.

7 equipos femeninos 8Entrenamiento de jugadoras del Catalònia.

ANNA ROCASALVA

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Las lluvias del día anterior han limpiado el cielo y desde las pistas del complejo deportivo Pau Negre puede observarse una bonita panorámica de la ciudad. Podría tratarse de un lugar cualquiera de Montjuïc pero este tiene un elemento diferencial: el incesante sonido de los jugadores del Catalònia Hoquei Club golpeando la pelota con sus estics. "Somos una entidad deportiva sin ánimo de lucro fundada en el 2004", explica el vocal de la junta directiva y uno de los socios fundadores, Joan Badia. "Y nosotros no tenemos una tradición centenaria como otros clubes", añade modestamente.

Su historia se origina cinco años antes, cuando un profesor de gimnasia, exjugador de la selección argentina de hockey hierba, organizó a los alumnos para jugar a este deporte en el colegio. Y lo que empezó siendo una actividad escolar enseguida se convirtió en verdadera pasión. "Cuando el colegio nos comunicó el cese la actividad los padres nos quedamos un poco desamparados", comenta Badia.

Los niños no querían apuntarse a otros clubes por miedo a separarse. "Así que con la ayuda del profesor de gimnasia, con contactos en el mundillo, y el ímpetu de nuestros hijos, fundamos el Catalònia Hoquei Club", agrega orgulloso el vocal de la Junta.

200 jugadores

El Catalònia tiene más de 200 jugadores repartidos en 15 equipos, siete femeninos y cinco masculinos. "A diferencia de otros deportes de equipo, el hockey hierba tiene mucha presencia femenina -apunta Badia- no hay mucho contacto físico y es un juego competitivo pero limpio". El club también tiene un equipo de madres, uno de padres y uno de jugadores con discapacidad, el equipo Specials. Éste nació de la voluntad de una madre que pensó en el hockey como una actividad para mejorar la psicomotricidad y la comunicación de su hijo autista.

"Entrenar a niños con discapacidad significa simplificar y repetir muchas veces las jugadas", afirma la entrenadora, Gina Contel, sin parar de dar órdenes a los jugadores. "Pero me encanta ver que estos niños, con un sobreesfuerzo en su vida diaria, tengan el valor de practicar un deporte tan difícil y que lo hagan tan bien", agrega. De hecho, los Specials han quedado primeros y terceros en dos categorías con la selección española en el campeonato europeo de este año. El capitán del equipo, Pablo García, corre al lado de su entrenadora para añadir: "Al principio estaba nervioso, pero fue una experiencia impresionante e hicimos muchos amigos".

El tercer tiempo

Y es que para el Catalònia no todo es jugar. También es importante compaginar los deberes escolares con los entrenamientos y, sobretodo, socializar. Sino que se lo digan al equipo de papás y mamás que se lo pasan en grande cuando terminan los partidos. "Es lo que nosotros llamamos el tercer tiempo -explica Marta Domino, excapitana del equipo de madres-. Después de jugar invitamos al contrincante a un pica pica".

"Al principio los padres venían de pachangueo -bromea Micaela Obispo, entrenadora de los padres-, pero desde que les meto caña, son un equipo de primera".