CASO SONIA MIRAS: LA WAF (y III)

La Federación Mundial de Lucha de Brazos recomendó quitarle la sanción a la campeona de España

MANUEL ARENAS / SANTA COLOMA DE GRAMENET

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Al tener conocimiento de su sanción de dos años sin competir y ante la injusticia que creyó estar, la campeona de España de lucha de brazos <strong>Sonia Miras </strong>acudió a la World Armwrestling Federation (WAF), la Federación mundial de lucha de brazos de la que depende la Asociación Española de Lucha de Brazos (AELB). Primero por carta, y después se personó en octubre de 2016 en Bulgaria, donde se celebraba el 38º Campeonato del Mundo de Lucha de Brazos.

Allí expuso su caso al secretario de la WAF, Mircea Simionescu-Simicel: era la primera vez en la historia de la lucha de brazos que un competidor se quejaba de su propia asociación nacional, hecho que la AELB le ha reprochado a Miras posteriormente en términos de “desprestigio de la Asociación ante organismos internacionales”. Según el presidente de la AELB Lorenzo Villar, y al contrario de lo que Miras reconoce, “se presentó allí con intención de competir, el secretario de la WAF me llamó preguntándome qué ocurría, y yo le dije que estaba sancionada”.

Con posterioridad al encuentro, la WAF, que no ha podido atender a EL PERIÓDICO para este reportaje a pesar de la insistencia de este diario, respondió oficialmente a Miras a través de carta: “Nosotros no podemos interferir en los problemas internos de las federaciones nacionales, pero recomendamos a la ALEB aceptarte como miembro. Nuestro secretario llamó a la AELB [para pedir si podían quitarle la sanción y comunicar que la WAF estaba de parte de Miras], pero desafortunadamente no recibimos una respuesta positiva. La AELB no aceptó tu registro en la asociación, pero te animamos a llegar a una solución con la AELB para que puedas participar en futuros eventos internacionales”.

El abogado de Sonia Miras, que pide mantenerse en el anonimato, reconoce que si el ‘Caso Sonia Miras’ se hubiera dado en un país con más tradición de lucha de brazos, como Rusia, “a lo mejor hubieran entrado más a fondo, pero al ser España se han lavado un poco las manos”.

CARTA DE DISCULPAS

Concretamente el artículo 20 de los estatutos de la WAF, relativo a la ‘Disciplina’, incide en que la WAF podrá sancionar a cualquier atleta que amenace, propine lenguaje abusivo contra otro o actúe de manera deshonrosa para la WAF o su país. Pero a pesar de ello, la WAF únicamente había expresado su apoyo a Miras, que de nada servía porque aseguraba no poder interferir a pesar de que en sus estatutos condena la discriminación.

La AELB le recomendó a la luchadora enviar una carta pidiendo formalmente perdón para así levantarle la sanción; “carta que me costó muchísimo enviar, me sentía sometida, pero aun así lo hice y me bajé los pantalones”. En la misma, Miras lamenta los inconvenientes, “si en algún momento cualquier socio o miembro de la junta directiva se a (sic.) podido sentir ofendido por mi forma de actuar, también me gustaría recalcar que en ningún momento mi intención a (sic.) sido esa, sino que en el ejercicio de lo que siempre he entendido como la simple defensa de mis derechos”. “En ningún momento he actuado ni emprendido acciones contra la AELB sino tan solo con algún miembro concreto de la misma fruto seguramente de la falta del marco comunicativo ideal para solucionar problemas al que antes aludía”, concluía.

Como respuesta a la misma, la AELB, que le había recomendado a Miras el envío de las disculpas, ratificaba la sanción considerando que el hecho de emprender acciones contra un socio y no contra la asociación “es igual de grave y lesivo contra nuestro deporte”. “He llorado mucho y me he sentido impotente”, dice la deportista.

Otro de los pasajes que Iván Portela, el entrenador de Sonia Miras, rememora –y que según el abogado especializado en derecho deportivo Javier Rodríguez Ten es inconstitucional y se dejó de practicar en las asociaciones deportivas hace años- es que “una vez quisieron hacernos votar que, como competidores, renunciásemos a nuestros derechos: que si nos sancionaban, no tuviéramos derecho a pedir ayuda a un abogado y acudir a los tribunales, por ejemplo. Nos negamos en rotundo y a una compañera la amenazaron con sanción por quejarse”.

También recuerda Miras que incluso le han llegado a echar en cara haberse gastado “en ella” –en realidad se refieren a los abogados y trámites jurídicos consecuencia de las acciones emprendidas por la deportista- 1.000 euros, “un dinero que, por ser de todos los socios, estaba previsto para defender los intereses de la Asociación, no los de Miguel de la Osa [el secretario de la AELB], a quien yo demandé a título personal”.

AMPLIACIÓN DE LA SANCIÓN HASTA 2019

“Como la WAF me dijo personalmente que yo como atleta no he incumplido nada y la sanción hablaba de competiciones nacionales, he seguido acudiendo a las internacionales”, explica. A pesar de la sanción impuesta por la AELB, la cual es considerada por los juristas como vulneradora de derechos en tanto que considera el ejercicio de un derecho como una “falta de respeto”, Sonia Miras entendió que debía seguir compitiendo, así que a finales de 2016 se presentó y compitió –con el consentimiento de los organizadores de los torneos- en dos campeonatos internacionales: el de Rochefort y el Super Match de Brescia.

Ante estos hechos, el presidente de la AELB mensajeó a los organizadores para advertirles de que Miras estaba sancionada, “pero pasaron de él olímpicamente, a lo que Villar [el presidente de la AELB] contestó amenazando con que tendrían problemas”, cuenta Miras. Tales actuaciones han comportado finalmente que la AELB le enviara a la deportista el pasado mes de abril una ampliación de la sanción hasta el 31 de diciembre de 2019 por “burlar la sanción”, “no respetar las decisiones de esta Junta Directiva” y “continuar desprestigiando con sus actuaciones, tanto a la Junta como a la imagen internacional de la AELB [en lo que consideran un ataque que Miras se quejara ante la WAF] y de nuestro deporte”.

Lorenzo Villar, presidente de la AELB, considera que las sanciones que la AELB impone se consideran no sólo de ámbito nacional, sino que son extensivas también a cualquier competición internacional. “En la asamblea, Lorenzo dijo que por reclamar ante la WAF, cosa legítima, les había dejado a la altura del betún”. “A lo mejor cuando se publique este reportaje me sancionan de por vida, pero ya estoy harta, llevo mucho tiempo callándome y poniendo buena cara”, dice Miras.

“NO TOLERAN QUE UNA MUJER TOME PARTIDO”

El abogado de Miras considera que, en caso de demandar finalmente en relación a estos hechos en la jurisdicción civil, la demanda tendría “muchas opciones de prosperar, aunque seguramente no se resolvería hasta dentro de unos dos años”. “Se trata de un tema personal que empezó cuando Sonia pudo entrar en la Junta Directiva hace tres años. En todo lo que tenga que ver con gestión, ellos [la AELB] no toleran que una mujer tome partido”.

“Además, a ellos les molesta que la Asociación catalana [que dirige Miras] esté un pasito por encima de la AELB, porque nosotros estamos inscritos como deporte no olímpico en el Consell Català de l’Esport y ellos no están inscritos en ningún organismo deportivo”, recuerda Sonia Miras, quien tampoco obvia que el tema de la independencia de Catalunya juega un papel: “Ellos piensan que nosotros somos separatistas, pero nada más lejos de la realidad: más patriota que yo no hay nadie, y mi pena es no poder subir al pódium la bandera española cuando gano. No la subo porque la AELB no me está dando nada, más bien me está quitando”. 

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