PERFIL

Concejal de día, estrella de fútbol sala de noche

Dani Salgado, en la sala de plenos del Ayuntamiento de Santa Coloma.

Dani Salgado, en la sala de plenos del Ayuntamiento de Santa Coloma. / periodico

MANUEL ARENAS / SANTA COLOMA DE GRAMENET

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Dani Salgado (Santa Coloma de Gramenet, 1980) es un concejal de Primera. Madruga pensando en cómo gestionar el fútbol sala de su ciudad y se acuesta jugándolo. Es el único jugador de Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) que compite en dos equipos, dato confirmado a este periódico por todos los conjuntos de Primera. Por un lado, está disputando su vigésima temporada como profesional en Catgas Energia, el equipo decano de la LNFS, donde ya es el jugador en activo que más años lleva en Primera División. Por otro, y desde hace dos años, está probando suerte en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, donde ocupa el cargo de concejal adjunto de Deportes.

En las elecciones municipales de 2015, Salgado recibió la llamada de Núria Parlon, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet. Le quería fichar. “Un café con Parlon fue suficiente. En 30 segundos me convenció. En esa conversación hablamos de conseguir que esos chavales que han crecido en la calle, como yo, se involucren más en el deporte de la ciudad”, explica el jugador de Catgas Energia a EL PERIÓDICO.

Salgado confiesa que al principio se asustó un poco, porque él nunca había tenido relación con la política. “Si me hubieran pedido hacer política sobre otros temas, seguramente habría declinado: no voy a engañar a nadie. Pero en el deporte, sin embargo, sé que puedo aportar mucho: creo que haber crecido en la ciudad jugando a fútbol sala me da un plus de experiencia para saber lo que la gente necesita”.

El día a día de Dani Salgado es “un no parar. ¿No me ves el pelo?”, bromea. Se levanta a las siete y media., da un beso a su mujer e hijos y llega al Ayuntamiento, donde “veo las cosas que han pasado y empiezo las reuniones que tengo programadas por la mañana”. A las doce del mediodía se va a entrenar; después come en casa y vuelve al consistorio “para las reuniones de la tarde. Puedo llegar a casa a las nueve o a las doce, por eso tengo a mi mujer un poco enfadada. Pero tengo que estar en todo lo que pueda: nos eligió la gente y hay que responder”.

EL 8 EN CATGAS Y EN LA LISTA DEL PSC

La concejala de la oposición Alexandra Sevilla (ICV-EUiA) considera sobre Dani Salgado que “en el ámbito local, los partidos siempre intentamos que en nuestras listas haya personas que tengan el reconocimiento de la ciudad por su trabajo; otra cosa es si el grado de dedicación profesional es compatible con la política”.

El hecho de que el concejal sea un futbolista de la ciudad de toda la vida ha dado juego en el PSC de Santa Coloma de Gramenet. Tanto es así, que los socialistas llevaron a Salgado como independiente en el número 8 de la lista; el mismo dígito que luce en su dorsal de Catgas Energia. “Quisimos jugar con el dorsal de Dani”, bromea la alcaldesa Núria Parlon, quien cree que la trayectoria profesional del colomense “va a ser clave para fomentar el deporte base y dar oportunidades a los jóvenes que empiezan como lo hizo él. Lo que me motivó de Salgado fue su compromiso social: ha crecido en Santa Coloma, conoce el deporte desde abajo y tiene el reconocimiento de la ciudad, lo cual fue un valor añadido para confiar en él”.

Desde 2015, el concejal de Deportes tiene dos entrenadores. En Catgas Energia le dirige Oscar Redondo, su amigo de toda la vida y leyenda de la LNFS que para más inri fue quien confió en él y le subió al filial del primer equipo cuando era juvenil. “Dio la casualidad de que me lesioné y durante aquella época estuve entrenando al filial. Una semana teníamos un partido difícil y nos faltaban efectivos arriba, así que llamé a Dani porque estaba empezando a demostrar el talento que tenía con los juveniles de primer año. Sólo te digo que, aunque perdimos, Dani fue el más destacado de aquel partido; no sólo por su calidad, sino por el carácter y entereza que ya tenía”, argumenta Oscar Redondo.

En el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, sin embargo, Salgado está en el Gobierno de la alcaldesa Núria Parlon, “quien confió en mí y a quien debo devolver la confianza depositada. En el consistorio también tenemos un equipazo”, comenta el jugador. Aunque eso de compaginar parqué y consistorio ha propiciado alguna anécdota curiosa. Es el caso de cuando, en diciembre de 2015, el jugador tuvo que perderse un partido porque tenía Pleno municipal en el Ayuntamiento. “Yo quería jugar, pero tenía el gran compromiso de asistir al Pleno. Ya sabíamos que esto podía pasar, y en el momento te duele en el alma, pero me debía a mi ciudad. Le afectó más al club que a mí”. “Creo que ser regidor le va a ayudar a crecer como persona”, explica el entrenador Oscar Redondo.

UN CONCEJAL CON CARÁCTER

Salgado pertenece a esa estirpe de futbolistas de barrio con temperamento –Javi Rodríguez, Oscar Redondo, Adolfo Fernández- que encumbraron al fútbol sala en Santa Coloma de Gramenet y que formaron parte del proyecto con el que Vicenç Garcia ha convertido a la ciudad en la cuna del fútbol sala nacional. Salgado comulga a rajatabla con el cuerpo a cuerpo en el parqué, con la regañina pícara al árbitro. “Uno identifica en él rápidamente el ADN colomense: callejero, directo e irreverente”, sentencia el periodista especializado en fútbol sala Antonio Pulido. “Ese punto de carácter en la pista te lo da la calle; te lo da la vecina del tercero que te ha pinchado cuatro balones después de que le rompieras una ventana jugando”, cuenta Salgado, que ahora también tiene un cargo público y es la imagen de un Gobierno local. “Yo sigo siendo el mismo. El que me conoce sabe que en la cancha voy a darlo todo, pero sabe también que luego puede contar conmigo para lo que haga falta. No me gusta perder ni a las chapas, pero en la vida vas aprendiendo que hay cosas que no se deben hacer”.

En el Ayuntamiento, el pívot tira las paredes con Diego Arroyo, el otro concejal de Deportes con el que forma equipo. Además de Deportes, Arroyo lleva también las concejalías de Educación y Derechos Sociales, por lo que Salgado intenta “quitarle el máximo de trabajo posible en lo que a Deportes compete. Arroyo y yo formamos un gran bloque: él tiene mucha experiencia y yo toda la ilusión del mundo”.

“SI FUERA NECESARIO, YO MISMO IRÍA A ENTRENAR”

Uno de los proyectos en los que Salgado está trabajando como concejal es el de inculcar a los críos valores que se están perdiendo en el deporte a través de la psicología. “Vamos a empezar una campaña en que un psicólogo deportivo y también figuras del deporte local se acerquen a los clubs y a los colegios e intenten inculcar cosas tan básicas como que los padres no son entrenadores o que el niño debe priorizar el pasarlo bien a la competición, sobre todo en el fútbol, donde hay más conflictos”, comenta el futbolista, que también apunta la importancia de impulsar y apoyar al deporte femenino, el gran olvidado.

Juanjo Salgado, hermano de Dani, cuenta que aunque en la familia jamás imaginaron que su hermano acabaría oficiando bodas, le ve con más ganas que nunca. “Yo me he recorrido todos los campos de Santa Coloma y sé lo que la ciudad necesita. Además, los casi 20 años que llevo en Primera me han permitido conocer a mucha gente, y eso también lo queremos aprovechar: ya hay conversaciones para que vengan a hacer actos a la ciudad estrellas del fútbol sala como Ricardinho –el mejor jugador de fútbol sala del mundo-, Miguelín o Paco Sedano”, explica Dani Salgado. Con ello concurre el periodista Antonio Pulido, pues “se me antoja idóneo que un profesional de élite como Salgado pueda gestionar la concejalía de Deportes: es un referente para los jóvenes”.

El jugador de Catgas Energia reconoce que desde la concejalía ve la realidad de su ciudad con una óptica diferente. “Hay veces que me voy del Ayuntamiento casi llorando, sobre todo por casos de niños que por lo que sea no pueden hacer deporte. Pero yo lo tengo claro: si fuera necesario, yo mismo buscaría tiempo para ir a entrenarles, y estoy seguro de que mis compañeros me secundarían”.

“ME DESCUBRIERON CHUTANDO A UNA PERSIANA”

Cuando Salgado tenía 16 años, Juan Antonio Jaro, por entonces entrenador de los cadetes del Industrias García, le vio en la calle chutando a una persiana. “Yo lo había visto jugar un par de veces a fútbol; sabía que de fútbol sala no sabía nada pero que tenía una calidad tremenda como goleador. Le propuse venirse a entrenar y lo acabé convenciendo”, cuenta Jaro sobre Salgado, que empezó jugando a fútbol en el equipo del bar de su calle, “pero cuando Jaro me dijo que si iba a entrenar con Industrias García me regalaba unas zapatillas, no pude decir que no”.

Salgado recuerda que en los primeros entrenamientos de fútbol sala se mareaba porque no entendía los rápidos movimientos en la pista: él procedía de un fútbol indisciplinado, de calle, anárquico. “Lo que yo viví de pequeño, las canicas, el trompo, el deporte de calle, no lo veo ahora y me gustaría intentarlo recuperar desde la concejalía: los niños deberían volver a sus raíces en vez de distraerse con tanta tecnología”.

A los dos años de empezar a jugar en Industrias García, Salgado estaba ya entrenando con el primer equipo y convocado por la selección española sub-18. Llegó como cadete y, cuando fue juvenil, su hoy entrenador Oscar Redondo le subió al filial. Al entrenador del primer equipo, Belfort, le gustó tanto que lo subió con los mayores, con quienes empezó a entrenar mañana y tarde al mismo tiempo que trabajaba en la empresa del presidente Vicenç Garcia para llevar un dinero a casa. “Solía acabar cansado, pero para mí entrenar con un equipo de Primera División era algo grandioso”.

Durante su carrera, el ahora regidor de Deportes ha conseguido algo que no ha logrado nadie en toda la historia de la LNFS: ganar tres veces consecutivas el pichichi de Primera División (2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015). Además, ha obtenido reconocimientos individuales como alcanzar los 400 goles en diciembre de 2014, ser nombrado el mejor pívot de la LNFS ese mismo año o recibir el premio a mejor jugador de fútbol sala catalán las dos últimas campañas. Sin embargo, su asignatura pendiente han sido los títulos colectivos. “Por desgracia en mi currículo no constan grandes logros a nivel colectivo, pero estoy muy orgulloso de mi carrera deportiva”, dice Salgado, que recuerda con especial cariño la Copa Catalunya que Marfil Santa Coloma le ganó al Barça in extremis en 2012.

Lo más cerca que estuvo Salgado de ganar la Liga fue en 1999, cuando Marfil Santa Coloma perdió la final de la Liga ante Caja Segovia, y en su etapa en ElPozo Murcia, donde perdió la final contra el Barça y gastó su “última bala. Por qué no decirlo. Era el mejor Barça de la historia”.

AUSENTE EN LA SELECCIÓN

Cuando Salgado logró uno de sus tres pichichis en 2014, recibió una oferta astronómica del Kairat Almaty de Kazajistán. Por dinero, dice, era una locura no aceptarla: “No había escuchado en la vida tanto dinero. Pero cuando nunca lo has tenido, no lo necesitas, y por mi familia y mi cómoda situación aquí, opté por rechazar la oferta. No me arrepiento porque estoy muy a gusto en Catgas, pero de vez en cuando los amigos me vacilan y me dicen: ‘tú estás loco’”.

El hermano de Dani Salgado, Juanjo, entiende que “en cualquier país del mundo el pichichi va convocado con la selección”, cosa que no le ha ocurrido a la estrella de Catgas (30 veces internacional) en los últimos años. “En el Grand Prix de 2010, hablé con Venancio [el seleccionador nacional] y me dijo que le había encantado mi actitud, pero después no me ha vuelto a llamar. Es cierto que la gente en el campo gritaba ‘Dani selección’, pero yo ya veía que no llegaba y no llegó. Al principio me dolía en el corazón, porque pensaba: esta semana tampoco…venga, la próxima. Y te vas cansando un poquito, aunque para el seleccionador sólo tengo palabras de agradecimiento y puedo decirle que aquí me tiene por si me necesita antes de que me retire”.

Sobre el tema, el periodista Antonio Pulido cree que “aunque puede parecer ilógico que por estadísticas Salgado no fuera a la selección, a Venancio no le convenció el estilo anárquico del pívot para un grupo ya estructurado; creo que en el combinado nacional no sería la pieza dominante que es en Catgas y perdería su esencia”.

A sus 36 años, Salgado dice que físicamente se encuentra mejor que cuando era joven. “Es verdad que el tiempo no pasa en vano, pero cuando me tumbo en la cama y pienso en poder dejar el fútbol sala, me digo: ‘¿Y qué hago yo sin este deporte?’. Ahora me han dado la oportunidad de practicarlo de otra forma, desde la Administración, y quiero aprovecharla al máximo”.

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