Carmen Laorden: "Hay que hablar de violencia con la crudeza necesaria"

Entrevista a la directora de In Via, una oenegé contra la violencia hacia mujeres y niños

Carmen Laorden, en la sede de la oenegé In Via.

Carmen Laorden, en la sede de la oenegé In Via.

ANNALISA PALUMBO

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Carmen Laorden Medina, (Barcelona, 1966), trabaja en la asociación In Via (calle de la Amistat, 15) desde 1989. Desde el 2006 es la directora de la oenegé especializada en la prevención y lucha contra violencia, abuso y discriminación de niños, mujeres y colectivos minoritarios.

-¿Qué hace In Via?

-In Via proporciona a mujeres, niños y colectivos minoritarios todas las herramientas para salir de la situación de violencia o pobreza en la que se encuentren a través de varios proyectos.

-Un ejemplo.

-Los pisos de acogida para mujeres víctimas de violencia sexual, el programa de inserción laboral para discapacitados, la línea de atención telefónica contra la violencia infantil. Hay muchos frentes abiertos.

-¿Curan o también previenen?

-El trabajo de prevención es más difícil y lo realizamos sobre todo con niños. Tenemos proyectos en tres colegios del distrito y cursos abiertos a todos para que padres e hijos adolescentes puedan debatir de posibles conflictos familiares. Nuestro trabajo ha mejorado mucho desde que en el 2012 hemos dejado la sede de la calle de València para mudarnos a Poblenou. Aquí estamos a pie de calle. Nuestro trabajo es más fácil.

-¿Cuál es su mayor enemigo?

-El 99% de los huéspedes de las casas de acogida son mujeres víctimas de violencia. Esto no es casualidad: la sociedad no se da cuenta del problema que tenemos.

-¿En qué sentido?

-En el sentido en que nos escandalizamos por casos concretos sin darnos cuenta de que la violencia está muy arraigada y mucho más presente de lo que pensamos.

-Desde que usted empezó en In Via, ¿ha cambiado algo?

-La gente parece más concienciada. Aunque en el fondo seguimos estando igual de ciegos porque si tomáramos conciencia de la brutalidad de la que es capaz el ser humano, esto nos enloquecería.

-¿Qué se puede hacer?

-Empezar a llamar a las cosas por su nombre. Hay una costumbre generalizada, de suavizar inconscientemente para no ser crudos a la hora de explicarnos. Decir tal vez o quizá no ayuda a las víctimas. Pero aún queda mucho por hacer. Hay que hablar de la violencia con la crudeza necesaria para visibilizar lo que tenemos a nuestro lado en el día a día. Es cierto, queda mucho trabajo. Pero estamos aquí para vencer.