SANT MARTÍ

Yincana gastronómica en El Besòs i el Maresme

El Besòs i el Maresme celebrará el sábado la 12ª edición del Tastatapes en una ruta de 10 bares

Espada, en el centro, con los dueños de los bares del Tastatapes.

Espada, en el centro, con los dueños de los bares del Tastatapes.

SÍLVIA ALBERICH / BARCELONA

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Una croqueta de calçot, carne guisada y cuscús con pollo y verduritas son tres de las 10 exquisitas tapas que se podrán degustar el próximo 30 de septiembre en el Tastatapes. "Es una yincana culinaria que hacemos para dinamizar y dar valor a nuestro barrio", explica Raquel Espada Olalla, peluquera y presidenta de la Associació de Comerciants del 019 (Bernat Martorell, 1).

Desde hace 11 años, el barrio El Besòs i el Maresme se llena de color, música y buen ambiente para celebrar el Tastatapes, un recorrido gastronómico por los bares del barrio, en los que se pueden probar tapas muy variadas desde el mediodía y hasta las nueve de la noche.

Algunas tapas son muy tradicionales, como las que prepara Belén Campos Cortés, propietaria de L'Estoneta (Sant Ramon de Penyafort, 34, local 2), participante en todas las ediciones y ganadora en dos ocasiones. "La gente que no ha venido nunca puede ahora conocer el sitio y dejarse sorprender con mi guiso distinto y muy elaborado", detalla Campos, que hace dos años preparó 1.500 tapas de albóndigas con sepia.

El Tastatapes también ofrece versiones innovadoras, como la croqueta de calçot de Pedro Molina Sánchez, propietario de Tómate Algo (Gran Via, 1180), que se estrena este año. "Es una buena iniciativa para darme a conocer, y el barrio necesita actividades como ésta", afirma Molina, quien asegura que su croqueta casera "no la hacen en ningún sitio más".

La ruta se inicia en una carpa habilitada en la rambla de Prim, donde cualquiera que pague siete euros puede degustar las tapas de 10 bares con la ayuda de un folleto-mapa que se le entrega. Y además el visitante recibe una camiseta creada especialmente para esta 12ª edición (la de este año rompe con el blanco tradicional y apuesta por un diseño vistoso y colorido). "A diferencia de otras rutas con precio cerrado por tapa y bebida, aquí solo pagas la consumición", matiza Espada.

Disfraces y paseo en tren

El recorrido -que reúne a familias, curiosos y grupos de amigos, muchos de ellos disfrazados- se puede hacer a pie o en un trenecito que circula gratis por las calles del barrio. "Yo voy de copiloto y es mi mayor motivación ese día. Lo vivo con mucha intensidad", explica Ana María Soriano Fernández, una vecina de 49 años, veterana del Tastatapes.

La jornada gastronómica, en cuya última edición participaron más de 500 personas, acaba con una entrega de premios esa misma noche (vales de compra de 100 euros) por parte de un jurado popular y otro profesional, que valoran tanto las tapas como el buen ambiente y la atención de los bares participantes.