UNA HISTORIA DE SANT MARTÍ... Las 'Pajaritas' del Clot

Aves anarquistas

Vecinos del Clot decidieron en 1991 instalar una copia de la Fuente de las 'Pajaritas' de Huesca, obra de Ramón Acín, fusilado en el 36

Escultura las 'Pajaritas' del Clot, en el tramo de Aragó que toca con la Meridiana.

Escultura las 'Pajaritas' del Clot, en el tramo de Aragó que toca con la Meridiana.

ANNALISA PALUMBO / BARCELONA

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La estatua de dos pajaritas de acero encaradas entre ellas adorna el cruce de la calle de Aragó con Meridiana. Al lado opuesto de la Rambla del Clot, otra pareja idéntica vigila sobre la tranquilidad del barrio del mismo nombre. Son réplicas exactas de la fuente de las Pajaritas de Huesca (1929), obra del escultor Ramón Acín. "En 1991, de cara a los Juegos Olímpicos del año siguiente, el ayuntamiento empezó una obra de limpieza y remodelación de los barrios más alejados del centro -explica el historiador del Taller d'Història del Clot - Camp de l'Arpa Antonio Gascón- y una de las acciones era adornar las calles de la ciudad con esculturas". En los barrios interesados se instalaron todo tipo de obras pero pocas de ellas tienen tanto significado como las Pajaritas del Clot.

"Cuando se trató de decidir qué escultura queríamos en el barrio, algunos de los vecinos caímos en la cuenta que en Barcelona no hay estatuas que representen la paloma de la paz", explica Miquel Catasús, secretario de la Associació de Veïns del Clot-Camp de l'Arpa. Así, barajaron la posibilidad de encargar una escultura, pero la falta de presupuesto y los tiempos apurados, los llevaron a buscar una alternativa.

"Josep Anton Acebillo, originario de Huesca y responsable del área urbanística durante los Juegos, propuso la instalación de una réplica de las Pajaritas, que ya había sido donada por la hija de Acín al Ayuntamiento de Barcelona", sigue Catasús. Además de ser un símbolo de paz, las pajaritas quisieron ser también un homenaje a la figura de Acín y un reconocimiento a la identidad del barrio, donde había un fuerte sentimiento anarquista por parte de algunos vecinos.

"No puede entenderse la importancia de las pajaritas si no se conoce la historia de Ramón Acín", afirma Cristina Aparicio, del Taller d'Història. Importante escultor y profesor de dibujo originario de Huesca, tenía un fuerte pensamiento anarquista no violento. Su posición política le llevó varias veces a la cárcel y, al estallar la guerra civil en 1936, delante del pelotón de fusilamiento. A los pocos días, su mujer embarazada siguió el mismo camino, dejando dos niñas huérfanas.

"En 1991 en el barrio se respiraba un sentimiento de desacuerdo con la situación política: nos manifestábamos sobre todo en contra de la guerra del Golfo. Por eso la obra de Acín nos pareció adecuada", apunta Catasús.

LIBRES E IGUALES

Una de las parejas de las Pajaritas, la que está en el cruce de Aragó con Meridiana, lleva una placa con el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Es como si las Pajaritas, aún hoy, quisieran mantener vivo el pensamiento y la esencia de su escultor, recuerda Aparicio.