La fiesta del libro

La fiesta de Sant Jordi puede con todo

ERNEST ALÓS / Barcelona

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Factor uno: parece que hará sol. Factor dos: es laborable y la gente saldrá a comprar después del trabajo o la escuela en lugar de coger el coche. Factor tres:libreros y editores intuían que los compradores que hace meses que no aparecen por laslibrerías(con el bolsillo exhausto y muchos de ellos, cada vez más, enganchados a diversas distracciones digitales más que a la lectura, o piratas impenitentes) estaban aplazando sus compras hasta estedía de Sant Jordi en que todo es diferente. Y está siendo así. Hasta el viernes, fatal, pero desde ese día las librerías vuelven a estar llenas. Y factor cuatro, el único negativo: juega elBarçay la última hora deventaspuede volatilizarse.

Así que todo parece conjugarse para que hoy se vuelva a hacer realidad la magia por la que, por un día, parecemos la sociedad más lectora del mundo. A pesar de la crisis de consumo que se llevó el 10% de las ventas el año pasado y lleva el camino de rebasar esta marca en el 2013, los libreros aspiran a repetir los 18 millones de euros que facturaron el año pasado.

Por primera vez, elgremio de libreros ha utilizado la herramientaLibridata, que chequea las ventas reales en 174 comercios, para señalar los libros más vendidos en los días previos y favoritos por lo tanto a ser los más destacados en el día de Sant Jordi. En ficción, destacados,Albert Espinosa con sus 'Brújulas que buscan sonrisas perdidas', y Albert Sánchez Piñol con 'Victus', seguidos deMàrius Serra, Sílvia Soler, Ildefonso Falcones y Sarah Lark.

En no ficción vienen fuertesLluís Llach, el libro del programa 'Polònia', Jaume Barberà yMiguel Ángel Revilla. Una tendencia que los libreros corroboran. Aunque no se puedan descartar algunas sorpresas. Sobre todo si algún título se agota en las librerías (los editores han ajustado este año al máximo las tiradas) y queda por debajo de lo que podría haber dado de sí.

Sánchez Piñol, en el bosque

Uno de los más que anunciados triunfadores del 23 de abril, Albert Sánchez Piñol, no firmará libros. Lo explicó ayer en elpregón de Sant Jordi del Ayuntamiento de Barcelona. Él firma 364 días al año (incluyendo ayer; su dedicatoria en el libro del Saló de Cent fue: 'A Barcelona --la meva ciutat--, escenari de grans derrotes, de grans esperances i aviat de grans victóries') pero no por Sant Jordi. La experiencia como escritor, explicó, es algo "horroroso", y la fiesta, cree, "tiene cosas que se tendrían que replantear": desde que vio a un autor como Jesús Moncada contemplando mano sobre mano cómo según qué personajes se hartaban de firmar, vio que aquello no era lo suyo. ¿Hoy qué hará? Pasear por un frondoso y muy literario bosque catalán.

Él puede (su editora acaba de encargar 20.000 ejemplares urgentes más de 'Victus') pero otros muchos tendrán que arrimar el hombro. Hasta Carlos Ruiz Zafón, con motivo de la reedición en tapa blanda de sus tres últimas tres novelas. Y aún más los libreros y editores, como los que en estas páginascomparten con lectores de EL PERIÓDICO sus inquietudes y recomendaciones.