ENTREVISTA A LA ALCALDESA DE RUBÍ

Ana María Martínez: "El nuevo Plan General garantiza que Rubí seguirá siendo una ciudad industrial"

La alcaldesa de Rubí reflexiona pasado el ecuador del mandato sobre la fragmentación en el consistorio y los proyectos estratégicos de la ciudad

La alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez, el viernes durante la inauguración de la iluminación navideña en la ciudad.

La alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez, el viernes durante la inauguración de la iluminación navideña en la ciudad. / periodico

Joan Salicrú

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La alcaldesa de Rubí<strong>Ana María Martínez</strong>, diplomada en Trabajo Social y licenciada en Antropología Social y Cultural, lleva unos días especialmente atareada. Ostentaba ya varias responsabilidades tanto institucionales como en el PSC –es primera secretaria de la agrupación del Vallès Oest, ademá de serlo de Rubí-, pero justo el día antes de esta entrevista, el jueves, ha sumado otra: el lugar que hasta el momento ostentaba en la Diputació de Barcelona el exalcalde de Terrassa, Jordi Ballart. Mientras en la plaza del Ayuntamiento se llevan a cabo las pruebas de sonido del acto de inauguración de las luces navideñas, EL PERIÓDICO conversa con ella pasado el ecuador de su primer mandato como alcaldesa -es concejal desde 2003-, justo cuando acaba de aprobar una revisión clave del mapa urbanístico de la ciudad.

La tensión política en Catalunya y su traslación a la escena local -muy evidente en este caso- también está presente en el transcurso de la entrevista: Rubí será, este miércoles día 6, la única gran ciudad catalana en festejar la conmemoración del Día de la Constitución, una norma que según Ana María Martínez tendría que reconocer a Catalunya como nación. El año pasado ya se celebró un acto similar en el consistorio pero la ciudad acabó siendo noticia porque un grupo de manifestantes quemaron en la plaza del Ayuntamiento un ejemplar de la Carta Magna.  

-Alcaldesa, han pasado dos años largos del mandato…¿Cómo es gobernar con solo sietes concejales en un consistorio de 25? ¿Y cómo evalúa el hecho de haber incorporado un concejal que dejó el grupo del PDEcat?

-Gobernar es difícil, en estas circunstancias, sí. ¿Que cómo se hace? Pues gracias, entre otras cosas, a mi equipo, del cual estoy muy contenta; son gente muy preparada y que no ahorra ni un minuto de trabajo para la ciudad. La consecuencia de eso es que hemos conseguido resolver ya varias cuestiones de aquellas difíciles, como por ejemplo la del Casino de la ciudad, que era una cuestión que se arrastraba desde hacía muchísimo tiempo. En diez meses de mandato lo habíamos resuelto. O el jueves pasado aprobamos el nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal, que después de cuarenta años era algo imprescindible. Yo muchas veces digo: “Sois hombres de poca fe…”, porque nadie creía que sabríamos desbloquear cuestiones como estas. Por lo tanto se gobierna metiéndole muchas horas y con mucha negociación, que se ha vuelto mucho más difícil desde que hay esta división tan fuerte entre los que son independentistas y los que no lo somos. Y después, en relación a lo otro que preguntabas, pues incorporar otra persona en el Gobierno [el concejal Sergi Garcia] lo que nos ha dado es otro elemento, otro activo, con la misma voluntad que los otros seis concejales del PSC de aunar esfuerzos para construir una ciudad mejor.

-Después de dos años de experiencia, ¿cómo cree que hay que leer la gran fragmentación existente en el consistorio en este mandato

-A mí me gusta más hablar –o quiero pensar- que es una reproducción de la situación que se vive en Catalunya en un momento determinado. Como un elemento de diversidad, vaya.  Yo creo que pasada la época que estamos viviendo, la fragmentación de los Plenos municipales no será tan grande. Pero de todos modos no somos una excepción, ha pasado en muchos lugares, excepto en sitios como Santa Coloma donde nuestro partido [el PSC] mantiene la mayoría absoluta.   

-En todo caso, la polarización entre bloques ¿hasta dónde cree que ha llegado? ¿Llegó a temer que hubiera incidentes, por ejemplo, la tarde en que se anunció la independencia en el Parlament, el 27 de octubre?

-No, incidentes más allá de las concentraciones de protesta, no. Vivimos en una ciudad y espero que durante mucho tiempo sea así que ha sabido expresar su diversidad de opiniones respecto la situación que vivimos de forma absolutamente pacífica.

-Hablemos de los presupuestos y las ordenanzas municipales de 2018. Van a bajar ustedes el 2% del IBI, una noticia que todo alcalde quiere dar a sus conciudadanos…

-Sí, la verdad es que nuestra situación financiera es envidiable. Estamos pagando a proveedores a 21 días y tenemos un endeudamiento del 24%, por ejemplo, que está muy bien. Lástima que aunque tengas superávit, hasta que el ministro Montoro no lo remedie, tienes que dedicarlo obligatoriamente a reducir deuda, aunque la tengas muy baja como es nuestro caso. Esto yo creo que es injusto porque acabas penalizando aquel que hace bien las cosas. El sobrante positivo tendrías que poderlo destinar a mejorar tu ciudad. En relación al IBI, nuestro compromiso era congelar los impuestos en las primeras y segundas ordenanzas y a partir de este año bajar un dos por ciento y el año que viene un dos por ciento más. Pero vaya, se decía que teníamos un IBI de los más caros y después comprobamos que tampoco era así. En todo caso, puedo garantizar que nuestras cuentas no sufrirán por estas modificaciones porque la recaudación va al alza. Y sí, es una noticia agradable de dar a tus vecinos… Este año confiamos en poder aprobar los presupuestos igual como lo hicimos los dos años anteriores, el año que viene será mucho más difícil y supongo que funcionaremos con cuentas prorrogadas.

-El pasado jueves ustedes aprobaron en el Pleno la modificación del Pla General d’Ordenació Urbana (PGOU), que databa de 1981 y que se actualizó únicamente en 1987. ¿Qué retos se quieren acometer con esta reforma? 

-Lo primero que había que hacer era ajustar toda la ordenación urbanística a 2017. Hablamos de una norma de hace casi cuarenta años; imagínate todo lo que ha pasado durante este tiempo: ha crecido la población, hay nuevas necesidades sociales, educativas, de salud, deportivas… Por otro lado, a nivel económico necesitamos garantizar que nuestra principal característica, que es ser una ciudad industrial -tenemos once parques industriales y somos la segunda concentración de industrias después de la Zona Franca- puede seguir siéndolo; queremos seguir siendo una ciudad industrial. Nos gusta lucir esa marca. Todas esas empresas necesitan que la normativa urbanística se ajuste a sus necesidades y que permita usos que ahora no lo están, porque si no las empresas irán a otra parte.  

-¿Para qué otras cosas debe de servir este renovado PGOU?

-Más cosas: necesitamos proteger y dinamizar los dos grandes parques que tenemos. También hay que conseguir pacificar dos vías de la ciudad que a día de hoy la siguen cortando, la Avinguda de l’Estatut y la C1413 –habría que desviarla-. Son cicatrices, suponen una fractura para nosotros. Queremos que la Riera no suponga una frontera.  De los cinco puentes que hay ahora encima de ella, cuatro se arreglarán. Y se construirán dos nuevos. La actualización del Plan Urbanístico, que es como una Biblia, nos ayuda a todo ello. Necesitamos también un centro de la ciudad que sea potente y eso va ligado a la ampliación de otro proyecto que para nosotros es estratégico, la Illa de Vianants, una iniciativa que busca dinamizar comercialmente el casco antiguo de la ciudad y por otro lado poner a las personas en el centro de la vida de la ciudad. Eso va ligado también a nuestra voluntad de devenir una Ciudad Amiga de la Infancia y a nuestro proyecto estratégico Rubí, Ciutat dels Infants, que lo que hace es pensar en nuestra ciudad desde la visión de los niños. En resumen: el PGOU es adaptar la normativa urbanística a la realidad que vivimos y proyectar a diez o quince años vista.

-En general, quienes les han aprobado a ustedes las cuentas municipales son básicamente las formaciones no independentistas, pero en el caso de este replanteamiento urbanístico, el plan ha contado con el voto favorable del concejal del grupo del PDEcat. Parece que en el consistorio hay quizá una confrontación más retórica que real…

-El PDEcat ha trabajado mucho en el planeamiento y sabe lo que nos jugábamos como ciudad. En este sentido ha demostrado responsabilidad con la ciudad, cosa de la cual nosotros nos alegramos, claro. En general los acuerdos en el Pleno los hacemos con unos mismos partidos pero también es verdad que en algunas temáticas también somos capaces de ponernos de acuerdo con otros grupos. No soy quien para juzgar el trabajo de los grupos de la oposición, pero sí que en determinados momentos puedo analizar si un grupo de dedica a construir o a destruir y a no hacer ninguna propuesta, eso sí.

-Rebobinemos un poco y vayamos a una cuestión un poco más de fondo: han pasado tres meses y medio de los atentados terroristas de las Rambles de Barcelona, dos muertos de los cuales eran de Rubí. Precisamente la foto que quedará para la historia de aquellos hechos fue tomada en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad

-Esta es la cosa más dura que hemos vivido durante este mandato, sin duda. Y también la que más lecciones nos ha dado. Ante el horror que supuso todo aquello vimos una imagen de reconciliación. Y esta imagen creo que es la que ha permitido que después hubiera normalidad. Y buena convivencia, como había hasta el momento. Creo que desde hace muchos años la convivencia en Rubí es modélica, pero aquella imagen nos ayudó a fomentar la reconciliación, sin ningún tipo de duda, porque obviamente había salido lo mejor y lo peor de todos.  

-Última cuestión: se presentará a las próximas elecciones?

-Haré todo lo posible para seguir liderando el Gobierno municipal porque sino no veremos cumplidos los retos que esta ciudad que tanto queremos tiene sobre la mesa.

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