SIN ACUERDO CON EL PDECAT
Puigdemont erige a JxCat como heredero del 1-O y lo sitúa en el "carril central"
Júlia Regué
Responsable de la sección de Política.
Graduada en Periodismo y en Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra (UPF), ha desarrollado su carrera profesional en la sección de Política, donde se incorporó en noviembre de 2016. Ha seguido la actualidad política del Parlament de Catalunya y el día a día de varios partidos. También ha colaborado en programas de TV-3, Catalunya Ràdio y RAC1.
Júlia Regué
Dos años y ocho meses después de las elecciones del 21-D, Junts per Catalunya empieza su mutación de lista electoral a partido político. Y, de nuevo, el mes de julio acoge los cambios de rumbo del espacio posconvergente. Hace cuatro años, Convergència se transformó en el PDECat, dos veranos atrás nació la Crida Nacional per la República, y este 2020 el ‘expresident’ Carles Puigdemont inicia camino propio tratando de desprenderse de legados. Solo quiere abanderar uno: el del referéndum del 1-O.
El nuevo JxCat echó a andar este sábado reivindicando "centralidad" y con el afán de disputar la hegemonía independentista a ERC. El congreso fundacional comenzó sin acuerdo con el PDECat, -que desdeña disolverse y opta por una coalición-, y con las negociaciones muy crispadas después de que Puigdemont les arrebatara la marca electoral.
El cónclave se inauguró desde un plató televisivo emitiendo por You Tube con la presencia física de los ‘exconsellers’ posconvergentes encarcelados y el exlíder de la ANC e impulsor del nuevo artefacto político -ahora en régimen de semilibertad-, la reaparición de la ‘exconsellera’ Meritxell Borràs -que se había distanciado de la primera línea política- y con la presencia de Puigdemont y el ‘exconseller’ Lluís Puig desde Bruselas con una tecnología que les permitió compartir una charla distendida en corrillo. Compareció a distancia el exrepublicano Toni Comín. A la cita no acudió el ‘expresident’ Artur Mas, pero hubo excargos de CDC en los vídeos.
Puigdemont presentó a JxCat como una "herramienta no sectaria ni excluyente" y situó la formación en el "corriente central" para tratar de atraer a afiliados del PDECat, cuya cúpula amenaza con escindirse porque no siente partícipe de un proyecto que dice aparentemente pretende escorarse hacia la izquierda con independientes alejados del mundo convergente. "Nos necesitamos todos, todas las miradas, acentos y estrategias para conseguir llegar a las generaciones futuras el país al que tenemos derecho. Nuestra aspiración es reforzar la alianza de quienes estamos en el mismo bando", espetó el ‘expresident’.
"Junts es el partido que quiere volver a tener una hegemonía en este país, una hegemonía fuerte, que incorpore todas las sensibilidades", añadió Sànchez. Puigdemont no se refirió al PDECat y sorteó detallar la estrategia de JxCat, que cuenta con unos 2.893 afiliados, pero sí inquirió en que debe servir para culminar la independencia.
El ‘exconseller’ de Interior, Joaquim Forn, bautizó el nuevo JxCat como el pal de paller (eje central) del independentismo y el ‘exconseller’ de Presidència, Jordi Turull, fue el encargado de lanzar un dardo a ERC, exponiendo que no le "impresionan" los "profetas del derrotismo ni la rendición revestida de pragmatismo" porque "nunca ha formado parte del diccionario político de Catalunya y menos ahora".
El ‘president’ Quim Torra actuó como telonero de Puigdemont y argumentó que una de las lecciones de la pandemia es que la independencia es "necesaria". Torra evitó dar detalles sobre el calendario electoral, -JxCat contempla los comicios en noviembre- pero dijo estar "plenamente convencido" de que el independentismo "superará el 50% de los votos". "Tenemos que estar preparados para tener una respuesta para la ciudadanía, que sea clara y fiel al salto colectivo del 1-O", inquirió, sugiriendo otra consulta.
Escollos
Fuentes del PDECat subrayan que se sienten "decepcionados" por "ciertas actitudes personales" y un discurso "maquillado de centralidad" que no les acerca, más aún cuando la negociación "no ha sido leal". "Ahora, como mínimo, podemos negociar de partido a partido", apuntan sobre el futuro y siguen engrasando la maquinaria por si terminan concurriendo a las elecciones en solitario. El PDECat celebra el 30 de julio un consejo nacional y determinará los pasos a seguir. Si el partido de Bonvehí quiere tener influencia en el nuevo JxCat, deberá presentar candidaturas a la dirección antes del 1 de agosto, ya que la votación se celebra del 7 al 9 de agosto.
El escollo de la doble militancia no se resolverá hasta el cierre del congreso el 3 de octubre, con la aprobación de la ponencia organizativa, pero desde el PDECat piden a sus afiliados ser "honestos" y a darse de baja si se suman a Puigdemont.
En cuanto a la dirección de JxCat, el ‘expresident’ parte como líder sin disputa, y Sànchez suena como secretario general. En las quinielas electorales, suenan como número dos el ‘conseller’ de Polítiques Digitals, Jordi Puigneró; el titular de Territori, Damià Calvet; y la portavoz en el Congreso, Laura Borràs.
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