Las bases de ERC avalan el plan para negociar la investidura

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Xabi Barrena

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Con las previas ya satisfechas, todo está preparado para que ERC y el PSOE empiecen a negociar la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, esta misma semana. El sábado la militancia socialista apoyó el pacto con Unidas Podemos. Este lunes, las bases republicanas hicieron lo propio con el plan de Pere Aragonès para negociar con el PSOE sin perder más espolones de los necesarios, tome el partido la decisión final que tome.

El 94,6% de la militancia, con una participación del 70%, rechazaron investir a Sánchez si no hay un movimiento del socialista encaminado a crear una mesa de negociación para el conflicto catalán. A sabiendas de esto, los republicanos se preparan ya para la primera negociación (la de la investidura) que dé paso a una segunda y trascendental que busque, piensan y desean, una solución al «conflicto político entre Catalunya y España». 

Entre una y otra debe acontecer la investidura de Sánchez. Y como los republicanos no andan sobrados de confianza con el PSOE pedirán que se ponga por escrito lo que se acuerde para investir al líder socialista. Esquerra anda escaldada de la campaña del PSC y del PSOE, para el pasado 10-N, en la que atizaron de lo lindo a los independentistas, buscando incluso mellar, alega ERC,  pilares estructurales del autogobierno catalán: la escuela y los medios de comunicación.

Para atar en corto a Sánchez, los republicanos exigen de inmediato algún tipo de gesto que sea una señal inequívoca de que se quiere negociar esa mesa de diálogo que se reuniría ya con el Gobierno en ejercicio. Viendo los discursos del último mes de los republicanos, se puede deducir que ese gesto puede tener relación con «las políticas represivas del Estado», como las ha venido definiendo los republicanos. 

Peticiones republicanas

¿Y qué pide ERC para abstenerse en la investidura y posibilitar la renovcación de Sánchez en la Moncloa? Pues lo que llevan una semana repitiendo, en concreto desde el lunes pasado, vía la número 2 extramuros, e integrante del equipo negociador, Marta Vilalta. Esto es, un diálogo de igual a igual entre gobiernos;  el borrado de toda línea roja en la lista de temas a abordar o, dicho de otro modo, que no se exija que las reclamaciones catalanas se ciñan a la Constitución; un calendario prefijado que evite prolongaciones tácticas de la mesa negociadora y mecanismos para garantizar el cumplimiento de lo que se pacte. En román paladino, más documentos firmados.

¿Es todo esto una carta a los Reyes de ERC, a sabiendas de que la realidad negociadora acarreará una rebaja? Si lo es, los republicanos siguen negándolo. “No son unas peticiones de máximos, sino de mínimos” apuntó Vilalta, en funciones de portavoz, este lunes.

El perfil de los negociadores republicanos está escogido con mimo. Además de Rufián, portavoz en el Congreso y vencedor de las dos últimas elecciones generales por delante del PSC, estarán la propia Vilalta, la extensión de Marta Rovira en Barcelona, y Josep Maria Jové.

Ascendente moral

Más allá de sus reconocidas dotes negociadoras, y de su estrecha relación con Aragonès en la 'conselleria' de Economia, en la pasada legislatura, sobre Jové concurre otro hecho nada desdeñable. Su situación judicial por el 1-O. Y es que a ERC puede serle útil que sea uno de los invetigados, y por tanto suscpetible de ser condenado, por los hechos del 2017 es decir, una de las “víctimas de la represión” del Estado dé, si la negociación cuaja, su apoyo a investir a Sánchez. 

Y es que, tras los resultados en el ‘rere-país’ en el 10-N, una de las obsesiones de ERC es que, cara a las elecciones al Parlament que se antojan cercanas, un eventual apoyo a Sánchez no sea entendido como una cesión indecorosa por parte de su electorado más híperventilado. En este sentido, la autoridad moral de Jové, en tanto que imputado, se antoja tremendamente útil.