Bronca mayúscula en el Parlament por el encarcelamiento de los CDR

Los cuatro diputados de la CUP abandonan el Parlament.

Los cuatro diputados de la CUP abandonan el Parlament. / periodico

Júlia Regué / Fidel Masreal

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Bronca mayúsucla en el Parlament a cuenta del encarcelamiento de siete miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR). Gritos, descalificaciones, abucheos y aplausos dominaron el hemiciclo en una trifulca entre parlamentarios que terminó con la marcha de diputados antes de que el presidente desconvocara la sesión y con la expulsión de uno de ellos.

El episodio se desencadenó cuando se dio a conocer que el juez de la Audiencia Nacional había dictado prisión incondicional para los siete acusados de un presunto delito de de pertenencia a organización terrorista y tenencia de explosivos. El 'cupaire' Carles Riera solicitó a Roger Torrent que suspendiera el pleno y convocase una Junta de Portavoces, en plena votación de las propuestas de resolución del debate de política general. El presidente de la Cámara catalana deseñó la petición alegando que no podía parar las votaciones por este motivo. Los cuatro anticapitalistas abandonaron entonces el hemiciclo. Transcurrió una calma tensa hasta que, al finalizar la ronda, dirigentes de JxCat y ERC recogieron la solicitud que la CUP pidiendo una reunión de este órgano parlamentario de forma urgente para acordar una declaración conjunta ante los encarcelamientos preventivos.

Su intervención desató gritos de "libertad" en los independentistas. El diputado de Ciutadans (Cs) Carlos Carrizosa pidió la palabra y espetó que se sienten "amenazados por aquellos que respaldan el terrorismo". El comentario generó una ola de abucheos la bancada contraria y algunos miembros de ERC se marcharon. 

Torrent llamó al orden por cuarta vez a Carrizosa y le expulsó del pleno. Mientras se iba, vociferó a los diputados de JxCat y ERC: "¡Hemos padecido un golpe de Estado, dais vergüenza!" y se encaró con Ernest Maragall y Rubén Wagensberg.

Al finalizar la sesión, diputados de uno y otro signo admitían en los pasillos que el espectáculo ofrecido fue lamentable y públicamente llamaron a la calma. La Junta de Portavoces se reunió, Torrent instó a los grupos a hacer "una reflexión conjunta sobre la imagen proyectada", pero PSC y PPC abandonaron la sesión. Cs no llegó a acudir. Independentistas y 'comuns' acordaron un texto que "denuncia la campaña de criminalización" y el "intento de equiparar independentismo con terrorismo", al tiempo que rechaza la operación de la Guardia Civil y exige "el fin de la represión".

La bronca dejó en segundo plano el objetivo supuestamente prioritario del debate: aprobar medidas sociales y económicas beneficiosas con la ciudadanía. Las aprobadas no escaparon de la polémica: la petición de que la Guardia Civil abandone Catalunya y el compromiso de una amnistía si los presos del 1-O son condenados, así como la reprobación de la líder de Cs por sus declaraciones vinculando al 'president' con "apretar el detonador". En las votaciones destacó un cierto guiño del Govern a los 'comuns', con quien pretende aprobar los presupuestos. También el PSC logró un espaldarazo en algunos asuntos sectoriales. JxCat y ERC votaron medidas ya acordadas en el pleno del pasado año en cuestiones como guarderías, listas de espera o agilización de la renta garantizada de ciudadanía.