EN CATALUNYA Y COMUNITAT VALENCIANA

Andalucía pone en marcha una línea de ayudas para combatir la inmersión lingüística

Las subvenciones, una concesión a Vox, van destinadas a impartir clases de castellano a descendientes de andaluces emigrados

Imagen de archivo de la Casa de Andalucía de Cerdanyola.

Imagen de archivo de la Casa de Andalucía de Cerdanyola. / periodico

Julia Camacho

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Fue uno de los compromisos logrados por Vox para dar su visto bueno a las primeras cuentas autonómicas de PP y Cs en Andalucía, y apenas dos meses después ya se ha puesto en marcha. La Junta ha aprobado este martes la ampliación de las subvenciones otorgadas a las entidades andaluzas en otras autonomías para incluir, de forma específica, actividades dedicadas al refuerzo del castellano allí donde se ha aplicado la inmersión lingüística de otro idioma cooficial del Estado, como en Catalunya o la Comunitat Valenciana.

El portavoz del Ejecutivo y consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), ha detallado que el objetivo de esta nueva línea de subvenciones es fomentar que los descendientes de andaluces que residen en otras comunidades donde hay inmersión lingüística no tengan que abandonar sus raíces culturales. "Se trata de que ningún andaluz fuera pueda verse afectado porque el Gobierno que sea decida que hay inmersión lingüística y pueda mantener así sus raíces", ha defendido.

Esta nueva línea de ayudas, que en la práctica se traduce en subvenciones para que las asociaciones, comunidades y federaciones de andaluces fuera de la comunidad puedan impartir clases de castellano, se suma así a las ya existentes hasta el momento para ensalzar la cultura andaluza y sus valores, fomentar acciones sobre la identidad andaluza o incluso contribuir a proyectar la imagen de Andalucía en el exterior.

Según la Junta, la necesidad de estas ayudas se justifica porque "en los últimos años, la Administración andaluza se ha encontrado con un nuevo reto ante la obligada inmersión de toda la población residente en determinados territorios de acogida, lo que podría acarrear una pérdida paulatina del acervo cultural y lingüístico de los andaluces que viven en estos territorios y, especialmente, de sus descendientes".

Millo, al frente

Las competencias con las entidades andaluzas en el exterior recaen en Enric Millo,Enric Millo quien fuera delegado en Catalunya del Gobierno de Mariano Rajoy y una de las figuras más cuestionadas por el independentismo por su gestión durante el 1-O. Tras quedar fuera de las listas autonómicas, municipales y europeas, fue repescado por el PP andaluz el pasado mes de abril como secretario general de Acción Exterior, un cargo con rango de viceconsejero.

Fuentes del Ejecutivo regional explican que, aunque se trata de una nueva línea de ayudas más específica, no se traducirá en una modificación presupuestaria. Según las cuentas públicas aprobadas para este ejercicio del 2019, las distintas subvenciones para las entidades en el exterior, que pueden destinarse incluso al mantenimiento de la actividad ordinaria de esas comunidades, están dotadas con 882.000 euros. El área de Hacienda incluyó ya en esa cifra el importe de 152.000 euros comprometido con la formación ultraderechista para sacar adelante las cuentas el pasado junio, precisamente con el objeto de que se destinaran a estas actividades de carácter lingüístico.

La Feria de Abril

El acuerdo con Vox no supuso en la práctica un cambio sustancial en las cuentas diseñadas por el Ejecutivo andaluz, el primero no socialista, pero sí traslució que se asumían buena parte de sus postulados ideológicos, como sus críticas a la enseñanza del catalán en detrimento del castellano. De ahí que reclamaran una partida para ayudar a que "los estudiantes andaluces que quieran estudiar en castellano en cualquier parte de España puedan hacerlo". En la misma línea, durante la pasada primavera la formación ultra ya solicitó a la Junta de Andalucía que articulara otra línea de ayudas para apoyar la Feria de Abril de Barcelona, y mantener así las raíces culturales de esas comunidades emigradas.