CAUSA POR REBELIÓN

El exdirector de los Mossos dimitió por "la nueva vía política que se abría"

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Ángeles Vázquez

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El 'exconseller' de Empresa Jordi Baiget y el exdirector general de los Mossos Albert Batlle, quienes abandonaron sus responsabilidades en el Govern en julio de 2017, tuvieron oportunidad este miércoles ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena de explicar qué motivó sus pasos entonces. Batlle aseguró que dimitió cuando vio varias declaraciones públicas del entonces conseller de Interior, Joaquim Forn, tras las que le pareció "evidente que se abría una nueva fase política". Y el que había sido responsable político de los Mossos desde 2014 presentó su dimisión al entender que era lo "idóneo" ante un cambio que debía hacerse con un nuevo equipo.

Esa nueva fase política se centraba en la actuación del cuerpo policial, lo que representa una pieza clave de la rebelión que se investiga en el Tribunal Supremo y la causa por sedición que sigue abierta en la Audiencia Nacional contra el exjefe de los Mossos Josep Lluis Trapero. Según el testigo, Forn había dicho públicamente que los Mossos debían facilitar la votación y la participación ciudadana, lo que a él le llevó a marcharse. La acusación que ejerce Vox va más allá y considera que el 'exconseller' dio ordenes en este sentido al director general, lo que les hace incluso llegar a barajar solicitar actuar contra eel antecesor de Forn, Jordi Jané, que este martes declaró como testigo y negó cualquier instrucción política al cuerpo.

No obstante, Batlle, que negó conocer la hoja de ruta Enfocats o que el número dos de Economía Josep Maria Jové fuera el coordinador del 'procés', sostuvo que el diseño del operativo policial, incluido el del 1-O, correspondía a los profesionales aunque se supervisara por la dirección general. A preguntas de Vox admitió que nunca asistió a reunión alguna de planificación del referéndum.

A votar tras las cargas

Por su parte, Baiget, que fue cesado por el entonces 'president', Carles Puigdemont, tras dar una entrevista en la que planteaba sus dudas sobre la celebración del referéndum anunciado, declaró que le parecía "una irresponsabilidad" impulsar la vía unilateral y que tenía "miedo" por lo que había ocurrido el 9-N, lo que no es de extrañar porque por esa consulta se han celebrado dos juicios y hay un procedimiento abierto en el Tribunal de Cuentas contra los máximos dirigentes de la Genralitat en 2014.

Baiget declaró que mientras estuvo en el Govern no tomó ninguna decisión tendente a celebrar ningún referéndum. Agregó que hubo unanimidad en agotar todos los medios de diálogo cuando se produjeron filtraciones al respecto, aunque admitió no conocer contactos con el Gobierno de Mariano Rajoy.

Explicó que fue a votar el 1-O por la tarde, después de ver las cargas policiales el 1-O. También dijo haber asistido a las últimas diadas y no haber visto nunca acto violento alguno. Tampoco sabía si Jové coordinó algo ni conocer la hoja de ruta de Enfocats.