¿Qué opciones tiene Torrent para la investidura?

El 'president' del Parlament, Roger Torrent, se enfrenta a su primer gran reto como máximo representante de la institución catalana con el pleno de investidura convocado para el martes 30 de enero. La cita no llega exenta de polémica y tensiones, con un único candidato, el 'president' cesado Carles Puigdemont, y una amenaza de suspensión del Tribunal Constitucional si los independentistas intentan investirlo a distancia. 

Varios son los escenarios que se le abren ante Torrent para afrontar esta primera prueba de fuego como 'president' de la cámara catalana. Todos ellos no exentos de consecuencias tanto políticas como legales. He aquí un repaso.

Escenario 1: Suspensión del pleno

Sobre el Parlament se cierne la resolución del Tribunal Constitucional ante el requerimiento del Gobierno para que suspendiera el pleno del día 30. Dicho tribunal no lo ha impugnado, pero si ha establecido condiciones cautelares para el pleno de investidura del próximo martes.

La primera y más importante es que "no podrá celebrarse ni votarse al diputado Carles Puigdemont como candidato a presidente de la Generalitat a través de medios telemáticos ni por sustitución por otro parlamentario", justo las vías que se han ido lanzando estas semanas desde el entorno del 'expresident'. Estableciendo así que el 'expresident' debe pedir permiso al Tribunal Supremo para acudir presencialmente al pleno sin ser detenido. 

En espera del fallo definitivo del Constitucional, que descarte definitivamente las vías fácticas de la investidura de Puigdemont o que, al contrario, contravenga al Gobierno y dé alas al 'expresident', Torrent podría optar por suspender el pleno. Algo que, si bien contentaría al llamado bloque constitucionalista y le ahorraría las consecuencias legales de forzar una investidura a distancia, no contentaría de bien seguro al bloque independentista. En especial a JxCat.

Escenario 2: La Mesa fuerza una investidura a distancia

El opuesto al primer escenario sería una respuesta en bloque de los independentistas por la vía de la desobediencia, forzando una interpretación del reglamento del Parlament que permitiera la investidura a distancia de Puigdemont. Con la renuncia de los 'exconsellers' Ponsatí, Puig y Serret y la posibilidad de voto delegado de los electos encarcelados Oriol Junqueras y Jordi Sànchez, los independentistas suman los necesarios 68 diputados de la mayoría absoluta. 

Algo que se presenta, a priori, como improbable, dadas las reticencias expresadas desde ERC de forzar nuevos choques de legales en la cámara catalana. Ciudadanos, PSC y PP ya han avisado que, ante dicho escenario, abandonarían el Parlament en señal de protesta.

Escenario 3: Candidato alternativo

El Tribunal Constitucional estableció en su resolución a la espera de un fallo definitivo que Puigdemont no podía ser investido a distancia, pero en ningún momento censuró que fuera otro el diputado que presentara su candidatura para presidir la Generalitat. Es competencia del 'president' del Parlament proponer al candidato y el 'exconseller' Jordi Turull ha sonado en quinielas pasadas como posible sustituto simbólico de Puigdemont. 

No obstante, la posibilidad de que JxCat fuerce un candidato alternativo puede no encajar en los planes de ERC, ya que distorsionaría su relato de la restitución del Govern "legítimo" y pasaría por alto a su candidato, el encarcelado 'exvicepresident' Oriol Junqueras.

Escenario 4: Escuchar a las partes

Una vía intermedia entre los escenarios de más conflicto sería la de Torrent abriendo la sesión de investidura explicando a los diputados presentes en la cámara catalana los requerimientos que ha emitido el TC al respecto. Como árbritro de la cámara catalana, Torrent podría ceder la palabra a los diferentes grupos parlamentarios para que se expresaran sobre cómo actuar al respecto. 

Probablemente tanto JxCat como la CUP apostarían por desobedecer el fallo cautelar del tribunal, al contrario que los constitucionalistas y con la incógnita de los 'comuns'. ERC, dadas las implicaciones legales que puede tener para Torrent, podría apostar por acabar suspendiendo el pleno tras escuchar a las partes y esperar al fallo definitivo del TC.

Escenario post 30-E: ¿Qué pasará el 31?

Las consecuencias de una desobediencia de la Mesa del Parlament al fallo provisional del TC y una investidura a distancia de Puigdemont con media Cámara vacía son difíciles de vislumbrar. Algo más claro se presenta un escenario en el que se suspendiera el pleno. No obstante, una de las incógnitas inmediatas sería: ¿comienza la cuenta atrás para elegir presidente?

Puigdemont ya llegó al cargo después de dos meses de infarto en los que la CUP y la extinta coalición de Junts pel Sí estuvieron pugnando entre Artur Mas o elecciones en marzo. La Mesa puede decidir que, interpretando el Estatut y el reglamento del Parlament, no se ha producido todavía debate alguno sobre la investidura y que, en consecuencia, no comienzan a correr los dos meses antes de la repetición de elecciones. La primera consecuencia sería, al no tener nuevo Govern, un alargamiento del artículo 155 'sine die'.

Dicho bloqueo se prorrogaría hasta, como mínimo, el fallo definitivo del TC. Como mínimo, porque dicho fallo es probable que acabe descartando o prácticamente imposibilitando una investidura de Carles Puigdemont. Con lo que regresamos a escenarios anteriores. ¿Se cerrará en banda JxCat y vetará candidaturas alternativas, alargando así el 155 y abriendo la puerta a una repetición de elecciones?

¿Cederá el bloque independentista a un hipotético fallo del TC que obligue, de facto, a presentar otro candidato a la investidura? ¿Aceptará ERC que el candidato sea alguien de la lista de Puigdemont, como Jordi Turull o Elsa Artadi?

En todos estos escenarios hipotéticos, se ha presumido la unidad de acción de los bloques, tanto independentistas como constitucionalistas. ¿Romperá alguno de los actores dicha estrategia? ¿Puede ERC sortear al candidato de JxCat y presentar el suyo propio, sea Oriol Junqueras o Marta Rovira? El conflicto y las tensiones están aseguradas en dicha hipótesis, así como el hecho de que se desencallaría la investidura, al menos hasta que los republicanos tuvieran que comenzar la difícil tarea de recabar apoyos en su intento.

En definitiva, un hemicilo sobre el que se cierne la bruma de muchas dudas y que solo algunas comenzarán a disiparse a partir de las tres de la tarde de este martes.