Rajoy confía en la chequera del Gobierno para frenar a Rivera

Mariano Rajoy

Mariano Rajoy / periodico

Pilar Santos

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Si alguien se esperaba una reacción de Mariano Rajoy ante el subidón de Ciudadanos en las encuestas, se habrá sentido decepcionado. Pero no es lo que le pasó a la mayoría de los casi 300 altos cargos del partido que el lunes por la mañana acudieron a la junta directiva nacional del PP. "¿No le conoces? Es Rajoy", contestaban varios estos días atrás cuando se les planteaba la posibilidad de que el político gallego estuviera pensando en un revulsivo ante el avance de Albert Rivera. La respuesta de Rajoy a los sondeos que señalan que los españoles harían presidente al líder de Ciudadanos si ahora hubiera generales ha sido la de anunciar una convención en marzo, reuniones sectoriales y subrayar que la mejora de la economía permitirá "hacer más cosas" para los ciudadanos.

Rajoy está en la cúpula del PP desde 1989. Casi 30 años en la cúspide de un partido en los que ha hecho gala de su paciencia ante las adversidades que auguraban su fin. Pasó con los enemigos internos que le salieron tras la derrota del 2008 y con la casi quiebra de España en 2012; ocurrió cuando se publicaron los llamados papeles de Bárcenas y, después, con los SMS al extesorero. Y ahora, el líder del PP pide calma ante las encuestas que anuncian la muerte lenta de su partido y la conquista de Ciudadanos de ese espacio político. El 21-D no es "extrapolable" a toda España, les repitió este lunes a sus cuadros. 

Elecciones de 2019

"Este 2018 tendremos más recursos (...) Podremos tomar medidas que puedan ayudar a la vida de las personas", subrayó antes de recordar el aumento del salario mínimo y la subida a los funcionarios ("este año será mayor", afirmó). Los planes del presidente pasan por utilizar los Presupuestos del 2018 (pendientes de negociar con PNV Ciudadanos) y el nuevo modelo de financiación local y autonómica para demostrar que ahora hay más margen con el que hacer políticas sociales. Y las municipales y autonómicas, en las que Rivera deberá confirmar sus buenos augurios, están previstas para la primavera del 2019así que el impacto de las medidas estará fresco.

Comparaciones con Cs

Rajoy señaló las "fortalezas" que tienen, contraponiéndolas a las de Ciudadanos, aunque no lo citó. Primero, dijo que el PP disfruta de "una óptima implantación territorial" (una de las críticas a los naranjas es que no tienen estructura de partido). Segundo, los populares cuentan con "más cargos públicos que nadie" (Ciudadanos apenas con 1.500 concejales y un centenar de escaños). Tercero, el partido de Génova ha sido "protagonista" de los "logros conseguidos" en democracia (el de Rivera tiene 10 años de vida), y, cuarto, atesoran "experiencia, la mejor llave para el futuro" ("experiencia", lo que más le echan en cara los críticos al político catalán).

Silencio y ausencias

Tras el discurso, de 45 minutos, en los que no mencionó la corrupción, nadie tomó la palabra. Sintomático silencio. Igual que las ausencias. Pese al delicado momento, no fueron a la cita ni el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; ni el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ni tampoco el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ni el catalán, Xavier García Albiol (aunque se disculpó por tener una cita médica). Habrá que ver dentro de un año y medio si el fallo del manejo de los tiempos en Catalunya y el 21-D ha sido solo algo puntual o Rajoy ha perdido esa capacidad que le ha definido como político.