PROPAGANDA A FAVOR DEL 'PROCÉS'

Un organismo de Defensa señala al Kremlin por las injerencias en Catalunya

Putin, en un acto en Moscú

Putin, en un acto en Moscú / periodico

El Periódico

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Un informe del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), dependiente del Ministerio de Defensa, concluye que el Gobierno ruso está detrás de las injerencias en Catalunya a raíz del 1-O. El documento señala que el Kremlin "está aprovechando el órdago catalán para desestabilizar" a un país de la OTAN, cuando hasta ahora el Gabinete de Mariano Rajoy se había cuidado de no atribuir al Ejecutivo de Vladimir Putin las campañas de desinformación a favor del 'procés'. El Ejecutivo español, a través del ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, o de la de Defensa, Dolores de Cospedalha denunciado la propaganda procedente de los territorios ruso o venezolano, pero sin culpabilizar a los gobiernos.

El informe -adelantado por el diario 'El Món'- titulado 'Análisis de las tenencias geopolíticas a escala global' y firmado por el profesor de la Universitat de Barcelona Josep Baqués menciona directamente al Kremlin y le atribuye una política "destinada a generar confusión desde las redes sociales, en una línea similar a la utilizada para influir en las recientes elecciones de los Estados Unidos".

El Instituto de Estudios Estratégicos subraya que "Moscú no tiene interés específico en España, ya que queda demasiado lejos de su área de influencia", pero "aspira a fomentar las desavenencias en Catalunya para de ese modo debilitar a un Estado miembro de la OTAN". Por último, avisa de que esta estrategia puede repetirse en el futuro en otros Estados europeos y en España, pese a que puede volverse en contra de Putin y la unidad de Rusia. "Habrá que ver cómo evoluciona la situación en Siberia", advierte Baqués.

Instituto Elcano

Este documento se suma a otro estudio de la investigadora del Real Instituto Elcano, Mira Milosevich-Juaristi, quien expuso que "Rusia está en la guerra de la información con España y el resto de los países europeos" y ha dicho que aunque "no hay huellas informáticas" existe constancia de que las injerencias en la crisis de Catalunya provienen de empresas cercanas al Gobierno de Putin.