Cuando Forcadell prometió no dar "ni un paso atrás" por el 155

La presidenta del Parlament tildó de "golpe de Estado de facto" las medidas que pretendía adoptar Rajoy

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A las pocas horas de anuniciar Mariano Rajoy el hachazo que pretendía infligir al autogobierno catalán, en aplicación del artículo 155 de la Constitución, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, leyó un comunicado calificando de “golpe de Estado de facto” contra el Parlament con mayor “legitimidad de la historia reciente de Catalunya”. Y advirtió de que en ningún caso la acción del Gobierno, que entonces aún debía sancionar el Senado, comportarían un “paso atrás” ni de la Cámara catalana ni de las instituciones autonómicas, que llamó a defender. Este jueves, Forcadell ha acatado el 155 ante el juez del Tribunal Supremo que la investiga por rebelión.

La presidenta del Parlament, segunda autoridad civil de Catalunya, utilizó aquel 21 de octubre un tono muy duro. Señaló que el encarcelamiento de los presidentes de Òmnium y de la ANC, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez (que definió como “presos políticos”), fue la “respuesta” de Rajoy al ofrecimiento de “diálogo, mediación y negociación que le había hecho el ‘president’ Carles Puigdemont el pasado 10 de octubre”, el día que declaró sin declarar la independencia, poco antes de suspender lo que lo que no había sido declarado, valga el galimatías.

En el seno de la UE

Forcadell aseveró entonces que el “golpe de Estado” de Rajoy, se producía en un país miembro de la UE y que llegaba “tras siete años en los que los ciudadanos catalanes han sido regidos por un Estatut que no votaron”. La presidenta del Parlament aseguró que las medidas acordadas por el Consejo de Ministros execeden los límites de la Constitución, lo que a su juicio constituía una enorme paradoja como es que “aquellos que se llenan la boca” con la Carta Magna “caen en la más flagrante de las ilegalidades”.

Atribuyó a Rajoy cierta mala fe, por cuanto afirmó que había podido hacer “lo que ha intentado a lo largo de toda la legislatura, es decir, dictar de lo que se puede o no se puede debatir en el Parlament. Primero lo intentó con la fiscalía y con querellas”, sentenció Forcadell.