LOS EFECTOS DEL PARO LABORAL EN CATALUNYA

Alta velocidad, poca vigilancia

La estación del AVE de Girona, totalmente ocupada.

La estación del AVE de Girona, totalmente ocupada. / periodico

ÓSCAR HERNÁNDEZ / BEATRIZ PÉREZ

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Costó horrores que la alta velocidad llegara a Barcelona. Y a Girona. Pero como buena infraestructura, ayer no podía quedar al margen de una protesta que tenía la manifiesta voluntad de «detener el país». Así ha sido cómo centenares de personas, primero en la estación gerundense y después en la barcelonesa de Sants, han decidido dejar a buena parte de Catalunya sin AVE. Y sin Rodalies. Según Renfe, cerca de 150.000 usuarios del tren se vieron afectados por la invasión de vías en ambas terminales. 

Los más madrugadores han sido los huelguistas de Girona, que a las ocho de la mañana se han hecho carne en la estación para evitar que la alta velocidad pasara de ese punto. Ya no se han movido de ahí hasta la noche. Pocos minutos después de las 22.00 horas han empezado a desfilar hasta dejar el equipamiento definitivamente desalojado. Antes de irse, eso sí, han recogido la basura que habían generado durante las 14 horas de invasión de las vías. El recinto ha quedado impecable. Allí se han llegado a congregar varios miles de personas, en un ambiente festivo en el que ha llamado la atención la escasa vigilancia policial: solo cuatro agentes de los Mossos en el acceso a la estación y una decena de vigilantes privados en el interior. La actuación de la policía catalana durante todo el día, a juicio del Ministerio del Interior, de quien ahora depende, ha sido «proporcionada», informa Pilar Santos.  

Entre los manifestantes, la farmacéutica Núria Méndez, que ha explicado que la situación actual, «lo que están haciendo con Catalunya», la ha animado a protestar: «Esto va a costar (la independencia), pero lo tenemos que intentar». Lídia Gómez, profesora, subrayaba la reivindicación «festiva y pacífica y descartaba que la policía fuera a desalojarles». Basta con echar un vistazo a las vías para comulgar con esa opinión. Demasiada gente por toda la estación. 

Lío en Sants

Por su parte, la terminal de Sants ha sido ocupada a media tarde por decenas de persona que han conseguido bajar a las vías y detener la actividad ferroviaria. Se han producido algunos momentos de tensión con viajeros que han afeado a los manifestantes que no les hayan permitido regresar a sus casas. Finalmente, poco antes de las ocho de la noche, se ha anunciado por megafonía el cierre de la estación y se ha invitado a abandonar los andenes «ordenadamente». Entre los asistentes, Ricard, de 34 años, que ha descrtado apuntarse a la manifestación de la plaza de la Catedral «porque esto es más útil y tiene más repercusión». Albert, de 29 años, se ha mostrado convencido de que nadie les desalojaría. A pesar de los avisos, muy pocos han abandonado su posición en las vías, con el objetivo de quedarse hasta que ya no pudiera salir ningún otro AVE. 

En el exterior, mientras, se iban agolpando efectivos de los Mossos para evitar que la gente siguiera entrando en la terminal. Se han producido forcejeos. Sobre las 21.20 horas, los manifestantes han empezado a abandonar los andenes. 

Rodalies también ha sufrido invasiones de vía, en menor grado, en las líneas 1,3 y 4, así como en distintos puntos de la línea del Vallès de Ferrocarrils. Dentro de la capital catalana, y con servicios mínimos, el bus y el metro han funcionado con normalidad.