Hacienda atornilla al ayuntamiento de Madrid para que frene su gasto

El Ministerio de Hacienda aumenta su presión sobre el Ayuntamiento de Madrid. En lo que podría ser interpretado como la antesala de una próxima intervención de las cuentas del primer ayuntamiento español, gobernado por Podemos y sus confluencias, el Ministerio de Hacienda ha requerido a la corporación que preside Manuela Carmena para que “con periodicidad semanal” le informe de qué medidas está adoptando la corporación municipal para frenar el crecimiento de su gasto público.

Es la primera vez que se da este paso en la aplicación de la Ley de Estabilidad Financiera y  Presupuestaria sobre los ayuntamientos (que ya remiten su información a Hacienda con carácter trimestral), si bien la medida ya fue ensayada sobre Catalunya en julio para controlar el gasto de la Generalitat con fines independentistas.

Regla de gasto

Desde el punto de vista del Ministerio de Hacienda, el ayuntamiento de Madrid está incumpliendo la llamada “regla de gasto” -que impide que el presupuesto crezca en el 2017 más del 2%- por una cuantía equivalente a 238 millones de euros. Desde el punto de vista del Ayuntamiento, la corporación local no está incumpliendo la regla de gasto pues lo que está haciendo es financiar inversiones por ese importe con cargo a los ahorros de años anteriores (superávit). Pero Hacienda no acepta este argumento;  entiende que el Ayuntamiento está intentando burlar la Ley de Estabilidad Presupuestaria y da a entender que si no vuelve al carril el siguiente paso podría ser la intervención formal de las cuentas municipales, según se desprende de las advertencia lanzadas por el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Preservar el superávit de los ayuntamientos en niveles elevados es clave para compensar el exceso de números rojos que previsiblemente anotará la Seguridad Social este año y poder cumplir el objetivo de déficit que Bruselas ha impuesto a España.

Advertencia

“Quiero insistir al Ayuntamiento, a sus responsables y a sus funcionarios encargados de control del gasto que tienen una elevadísima responsabilidad en la aplicación de la ley vigente. No quiero recordarles que en Catalunya el Gobierno de España también entró con la Ley de Estabilidad Presupuestaria”, ha advertido el ministro en los pasillos del Senado, informa Pilar Santos.

El ayuntamiento de Madrid es el único entre los grandes que está sometido a la tutela del Ministerio de Hacienda. Otros, como los de Barcelona, Valencia, Sevilla o Bilbao, están bajo tutela autonómica. Según Montoro, se ha decidido extremar el control sobre las cuentas madrileñas después de “numerosas advertencias” y tomando en cuenta que se acerca el final del ejercicio. “Si no lo hacemos ahora no sé cuándo lo vamos a hacer”.

“Trato injusto”

La decisión de Hacienda ha sido recibida como un ataque político en el Ayuntamiento de Madrid. La portavoz municipal, Rita Maestre, ha denunciado el "trato injusto” al que Hacienda "somete a una Administración que tiene más de mil millones de euros anuales de superávit y que ha reducido su deuda más de un 40%, más de 2.000 millones en dos años”.

 "Nos gustaría escuchar que explicara por qué este trato injusto con la ciudad de Madrid cuando hay entre 600 y 800 ayuntamientos que también de forma sistemática incumplen la regla de gasto y cuando administraciones como la Comunidad la incumple todos los años en sus presupuestos", ha remachado la concejala. La propia administración central ha incumplido la regla de gasto los años 2014 y 2015.

Miles de ayuntamientos

El ministro de Hacienda, sin embargo, ha esgrimido que “hay miles de ayuntamientos” que tienen superávits en sus cuentas y que sin embargo cumplen la regla de gasto (que impide que este suba por encima del crecimiento potencial de la economía). “Si fueran tan amables de explicarnos por qué ellos son tan especiales…” ha dicho Montoro en tono irónico. “No estamos pidiendo que sea hagan recortes en los gastos, sino que no crezca por encima del 2%” ha precisado.

Según el ministro, "no existe ningún argumento que justifique el incumplimiento. No entendemos qué ocurre si no es una cuestión de carácter político”