PERFIL DE LA MAGISTRADA

Carmen Lamela: Así es la jueza que ha encarcelado al Govern destituido y a los Jordis

Etiquetada como progresista, la magistrada es la misma que juzgó como acto de terrorismo la agresión a dos guardias civiles en Alsasua (Navarra)

La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. / periodico

Ángeles Vázquez / Madrid

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Si la realidad se midiera por Twitter, la magistrada Carmen Lamela habría pasado de heroína a villana durante la tarde del pasado 16 de octubre, día en que envió a prisión a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart por sedición. O de roja peligrosa a reaccionaria agradecida por haber sido condecorada por el Ministerio del Interior, pese a que se trata de una distinción que ha sido impuesta prácticamente a todos los jueces de la Audiencia Nacional.

Aquella tarde, con tres horas de diferencia, Lamela dejó en libertad con comparecencias quincenales al recién depuesto mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, pese a que el fiscal pedía prisión para él, y encarceló a los presidentes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural. Y los que en un momento la aplaudían pasaron a criticarla, por no decir insultarla, y viceversa. Iras y loas que se acentuaron ayer tras enviar a la cárcel a la mayor parte del Govern cesado.

Pero la realidad no es Twitter y no solo hay blancos y negros. Cuando Carmen Lamela, de 56 años, llegó en octubre del 2015 al Juzgado Central de Instrucción número 3 -cuyo titular estaba en París-, se la calificó de progresista por haber desempeñado un puesto técnico en el Ministerio de Justicia durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, el caso más mediático al que se había enfrentado hasta ahora, el de la agresión de varios jóvenes a dos guardias civiles en Alsasua (Navarra), que se juzgará por terrorismo, parece casar mal con esa etiqueta. Lamela, además, no pertenece a ninguna de las asociaciones judiciales, lo que dificulta ponerle una etiqueta que no gusta a ningún juez.

Confundida con Espejel

Sí fue bastante elocuente que ni los vocales nombrados a propuesta del PP, ni los designados por el PSOE la apoyaran cuando se postuló para presidir la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a la que los primeros auparon a Concepción Espejel, con la que muchos en las redes sociales la confundieron interesadamente para insultarla cuando encarceló a los Jordis.

A la muy trabajadora Carmen Lamela, que suele empezar la jornada a las ocho de la mañana, se la considera una jueza vocacional que instruye con una rapidez inusual en la Audiencia: el caso Abengoa, en el que investigó las indemnizaciones millonarias que cobraron los directivos de esta multinacional energética cuando la bancarrota era inminente, se inició en el 2016 y ya está siendo juzgado. Y la agresión de Alsasua espera señalamiento. Tras hacerse cargo de esta causa se le entregó la Cruz de Plata del Mérito de la Guardia Civil, una distinción de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado con la cuentan muchos jueces y fiscales de la Audiencia Nacional.

Un protagonismo que detesta

El 28 de septiembre adquirió la titularidad del juzgado al renunciar al puesto Javier Gómez Bermúdez, que ahora ejerce la abogacía. Esa misma semana le correspondió la denuncia fiscal por sedición que le dio un protagonismo que quienes la conocen saben que detesta.

Otros casos importantes que han pasado por la mesa de Lamela son el caso Bancaja, por unos créditos supuestamente irregulares de 520 millones de euros, y la investigación contra el expresidente del Barça Sandro Rosell, que aún está en prisión preventiva en Soto del Real -con los Jordis- por el presunto blanqueo de comisiones ilícitas.