Así es la cárcel de Estremera

Efe

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La cárcel de Estremera (oficialmente, Madrid 7), en la que han ingresado el exvicepresidente Oriol Junqueras y otros seis 'exconsellers' del Govern, es la más moderna de la Comunidad de Madrid, inaugurada en el 2008 por el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Es una prisión situada en el límite provincial entre Madrid y Cuenca que cuenta con 1.214 celdas de 11 metros cuadrados distribuidas en 16 módulos y capacidad para acoger a 1.500 internos.

Uno de sus presos ilustres ha sido el exconsejero madrileño y exdirigente del PP Francisco Granados, quien participó en la inauguración de la prisión y luego pasó en ella dos años y medio -con carácter preventivo- por decisión del juez del 'caso Púnica' Eloy Velasco.

Cumplió condena en ella el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra y ahora está en prisión preventiva el presidente de Ausbanc Luis Pineda.

Sergio Morate, recientemente declarado culpable por un jurado del asesinato de dos jóvenes en Cuenca, y Patrick Nogueira Gouveia, el presunto asesino de una familia con dos niños pequeños en Pioz (Guadalajara), también están internos en esa cárcel.

Un coste de 100 millones

La prisión, que costó 100 millones de euros y ocupa una superficie construida de 91.761 metros cuadrados, cuenta con los servicios sanitarios, deportivos y educativos habituales en un centro penitenciario.

Pero dispone también de los llamados 'módulos de respeto', lugares en los que los presos se responsabilizan de las normas de convivencia.

El edificio de enfermería, que cuenta con 64 camas, acoge también una consulta bucodental y equipos de telemedicina, lo que evitará salidas innecesarias de los internos a los hospitales de la zona.

En el apartado deportivo y cultural, los reclusos de Madrid 7 disponen de un gimnasio, un polideportivo, piscina, biblioteca, aulas, salas audiovisuales y un salón de actos.