EL ÓRDAGO INDEPENDENTISTA

Puigdemont replicará con la DUI la activación del artículo 155

Carles Puigdemont i Jordi Turull antes de la reunion de Govern

Carles Puigdemont i Jordi Turull antes de la reunion de Govern / periodico

Xabi Barrena / Fidel Masreal / Barcelona

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Horas previas a que venza el último, de momento, de los ultimátums del Estado a la Generalitat, no solo ya para que aclare si declaró o no el pasado 10 de octubre la independencia de Catalunya, sino para que, en caso afirmativo, detalle en qué modo revocará dicha proclamación. Una previa que ha vivido un pulso lento entre ambos gobiernos. Mariano Rajoy ofreció un trueque a Carles Puigdemont basado en que el Gobierno se olvida del artículo 155 a cambio de que el 'president' convoque eleccioneselecciones. El PDECat, por su parte, avaló que el 'president' active la DUIDUI, eso sí, solo si Rajoy pone en marcha, previamente, el 155. 

La oferta de trueque hizo batir palmas al llamado sector moderado del PDECat, que tanta influencia tiene en la dirección del partido como escaso eco halla en el Govern. Tanto en Barcelona como en Madrid hubo importantes personajes de la fuerza posconvergente que trataron de que ganara verosimilitud la opción de que Puigdemont iba a aceptar.

Como esos movimientos se produjeron intramuros, es decir, fuera de los focos públicos, pero, a la vez, eran conocidos en tiempo real por todos los actores de la obra, los más soberanistas del mismo PDECat y, especialmente ERC y la CUP, arremetieron con dureza contra esa opción. Fuentes de Esquerra señalaron que aceptar esa propuesta de Rajoy significaba traicionar "a los que se emplearon a fondo para que hubiera el 1-O" y, también, a Jordi Cuixart y Jordi Sànchez y ya, en un modo más práctico, aseveraron que ni en la táctica partidista les beneficiaba esa opción: "Según las encuestas, las ganaríamos, pero las sumas [para trabar una mayoría] harían imposible un Govern". Ante todo esto, solo cabe "poner en práctica" el dictado de las urnas del referéndum, es decir, declarar la independencia.

Negociación abierta

Porque a todo esto, Junts pel Sí y la CUP siguen perfilando cómo llevar a cabo esa proclamación de la nueva soberanía, según reconocieron todos el martes. Es decir, los rumores y los comentarios 'sotto voce' sobre unas elecciones se han ido mezclando con otros que aventuraban posibles fechas para el, este sí, día de la independencia. Gana enteros el fin de semana para la celebración de ese cónclave en el Parlament con el pretendido advenimiento  de la República Catalana.

Hubo quien, incluso, mezcló ambas líneas de comentarios y apuntó a la posibilidad de que Puigdemont lo abarcara todo: declarara la República y fuera a elecciones, para presentarlas como constituyentes.

El PDECat, más que Puigdemont, podría estar más que interesado en adelantar ahora una elecciones con el fin de poner en jaque a ERC y forzarlo a construir un Junts pel Sí 2. Los republicanos reniegan del plan. La CUP, además, no aceptaría elecciones en ningún escenario, ni aunque se aplicara la DUI, con lo que rompería con sus socios. Algo, dicho de paso, que no molestaría en absoluto a ese sector moderado que ha llenado la hemeroteca de ataques a la CUP. Dicho de otro modo, con declaración y, especialmente sin ella, que Puigdemont llame a urnas antes de final de año supone triturar el frente independentista.

En este contexto se celebró un consejo nacional extraordinario del PDECat que hizo levantar, a priori, las cejas a más de uno. Puertas adentro, el sector moderado siguió presionando en pos de la convocatoria, pero consciente de que el 'president' la rechaza. El aval a la DUI reactiva no gustó al Gobierno. Fuentes del Ejecutivo tildaron de "chantaje inaceptable" la amenaza de activar la DUI si llega el 155: "El único responsable es Puigdemont", sentenciaron estas fuentes.

Reunión con Rivera

En tanto, Rajoy siguió afianzando alianzas. Por la tarde se reunió con el líder de CiudadanosAlbert Rivera. Este le mostró su compromiso con el Gobierno y la aplicación del 155, siempre para "convocar de inmediato elecciones". A eso hay que oponer, sin embargo, que el PP y el PSOE parecen estar de acuerdo en que esa convocatoria no sea tan inmediata, lo que puede hacer pensar que el objetivo último del trueque propuesto por Rajoy no sea conseguir las elecciones inmediatas (no las ansía cuando dialoga con el PSOE), sino, quizá, ahorrarse el dolor de cabeza que puede suponer aplicar la restricción del autogobierno.

Lo que le transmitió Rajoy a Rivera fue, parafraseando a un grupo musical gallego, 'ante todo mucha calma'. Para empezar, el presidente del Gobierno no va a correr para poner en marcha el 155 ya que la previsión es que no sea hasta el sábado cuando se celebré el Consejo de Ministros extraordinario. Se abre otro pulso, a ver quién se mueve antes, si Puigdemont proclamando la independencia o Rajoy poniendo en marcha el artículo constitucional. Es decir, quién de los dos entierra, a ojos de Europa, el diálogo.