DEBATE SOBERANISTA

El primer ministro belga apuesta por una mediación si fracasa el diálogo Catalunya-España

El primer ministro belga, Charles Michel.

El primer ministro belga, Charles Michel. / periodico

Silvia Martínez / Bruselas

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Si hay un Estado miembro en la Unión Europea dado al pactismo y la cultura del diálogo ese es Bélgica. Y quizás en su forma de entender y hacer política radique la postura del primer ministro belga, Charles Michel, sobre Catalunya: apoyo a la mediación si fracasa el diálogo en España. "Solo si constatáramos un fracaso definitivo del diálogo habría que plantearse la cuestión de una mediación internacional o europea", sostiene en una entrevista en el diario 'Le Soir'.

No es la primera vez que Michel se desmarca de la línea fijada por las instituciones europeas, opuestas a una mediación si Moncloa no lo pide y defensores de la idea de que no estamos ante un conflicto europeo sino uno interno de España. "No se necesita ninguna mediación internacional. El Gobierno español ha dicho claramente que en el marco del orden constitucional todo es posible y es una posición razonable", defiende el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans en 'La Libre Belgique'.

Este liberal francófono fue el primer dirigente europeo en condenar la violencia del 1-O, mucho antes de que lo hicieran la Comisión Europea o el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Una crítica, dice en el diario francófono 'Le Soir', hecha con convicción y espontaneidad. "Tres días antes en (la cumbre de) Tallin habíamos hablado del relanzamiento del proyecto europeo y no me podía imaginar que nos enfrentáramos a imágenes de esta naturaleza en territorio europeo sin que hubiera una reacción de un líder europeo", explica.

"Hay una guerra de nervios"

A su juicio, en España no hay una crisis jurídica, sino una crisis política que debe resolverse con diálogo político. "No estoy tomando partido. Yo me ocupo del Gobierno belga y lo represento en el Consejo Europeo. Digo simplemente que el buen sentido quiere que haya diálogo y por el momento no lo hay. Hay una guerra de nervios que debe detenerse en un momento dado para dar paso a un diálogo político", defiende.

Aunque Michel elude pronunciarse sobre si Bélgica reconocería a una Catalunya independiente -"Hay cero posibilidades de que responda a una cuestión que no se ha planteado. No voy a poner las cosas aún más complicadas"- cree firmemente que la crisis española y catalana está poniendo "a prueba a Europa" y saca una lección: "Hace falta dialogar para evacuar las frustraciones. Cuando las frustraciones se prolongan durante años sin ser resueltas tarde o temprano hay una factura política a pagar".